Diferencia entre revisiones de «''Edipo rey''. Texto 3 y cuestiones relacionadas»
De Wikimpace
| Línea 18: | Línea 18: | ||
| − | == Ayudado del texto, comente la importancia de las ironías del destino y del final trágico de ''Edipo rey'' == | + | == Pregunta 2 - Ayudado del texto, comente la importancia de las ironías del destino y del final trágico de ''Edipo rey'' == |
Revisión de 09:27 9 jun 2018
Texto 3. Sófocles, Edipo rey (trad. de Assela Alamillo)
Edipo.— […] En mi caminar llego a ese lugar en donde tú afirmas que murió el rey. Y a ti, mujer, te revelaré la verdad. Cuando en mi viaje estaba cerca de ese
triple camino, un heraldo y un hombre, cual tú describes, montando sobre un carro tirado por potros, me salieron al encuentro. El conductor y el mismo anciano me arrojaron
violentamente fuera del camino. Yo, al que me había apartado, al conductor del carro, lo golpeé movido por la cólera. Cuando el anciano ve desde el carro que me aproximo,
apuntándome en medio de la cabeza, me golpea con la pica de doble punta. Y él no pagó por igual, sino que, inmediatamente, fue golpeado con el bastón por esta mano y, al punto,
cae redondo de espaldas al carro. Maté a todos.
Si alguna conexión hay entre Layo y este extranjero, ¿quién hay en este momento más infortunado que yo? ¿Qué hombre podría llegar a ser más odiado por los dioses, cuando
no le es posible a ningún extranjero ni ciudadano recibirlo en su casa ni dirigirle la palabra y hay que arrojarlo de los hogares? Y nadie, sino yo, es quien ha lanzado sobre
mí mismo tales maldiciones. Mancillo el lecho del muerto con mis manos, precisamente con las que lo maté. ¿No soy yo, en verdad, un canalla? ¿No soy un completo impuro?
Si debo salir desterrado, no me es posible en mi destierro ver a los míos ni pisar mi patria, a no ser que me vea forzado a unirme en matrimonio con mi madre y a matar a Pólibo,
que me crió y engendró. ¿Acaso no sería cierto el razonamiento de quien lo juzgue como venido sobre mí de una cruel divinidad? ¡No, por cierto, oh sagrada majestad de los
dioses, que no vea yo este día, sino que desaparezca de entre los mortales antes que ver que semejante deshonor impregnado de desgracia llega sobre mí!
Corifeo.— A nosotros, oh rey, nos parece esto motivo de temor, pero mientras no lo conozcas del todo por boca del que estaba presente, ten esperanza.