Diferencia entre revisiones de «La lírica culta: la poesía cancioneril en España»

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(La reflexión moral: las Coplas, de Jorge Manrique)
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Revisión de 10:21 18 ene 2019

¿Qué es la lírica cancioneril?

La lírica culta es el conjunto de composiciones escritas por autores conocidos (a diferencia de la popular o tradicional, que es de autor anónimo). El lenguaje de la lírica culta suele ser más elegante y menos espontáneo que el de la lírica tradicional. Una de las composiciones más características de la lírica culta es el soneto.

Un Cancionero es un conjunto de poemas de varios autores diferentes, recopilado por algún erudito. De ahí viene la denominación de poesía cancioneril que se da a un tipo de poesía culta transmitida por medio de cancioneros: los poemas están recopilados en amplias antologías.

Este tipo de lírica trata diversos temas y sus autores pertenecen a todas las clases sociales, aunque predominan los del estamento nobiliario o palaciego. La poesía cancioneril se desarrolla en los reinos hispánicos desde el último tercio del siglo XIV hasta el final del reinado de los Reyes Católicos.

Entre los temas que toca, encontramos:

  • El amor.
  • La reflexión moral
  • La sátira
  • Conceptos y tópicos como: el mundo como valle de lágrimas, la fortuna vista como una rueda que todo lo muda, el paso del tiempo, la muerte como igualadora, el Ubi sunt? (¿"Dónde están?") y la vida de la fama.

En cuanto a las formas métricas utilizadas por los poetas cancioneriles, destacamos:

  • Versos: predominan el octosílabo y el verso de arte mayor (de más de ocho sílabas) castellano.
  • Estrofas: se usan sobre todo la copla manriqueña y la copla de arte mayor, así como el soneto, de origen italiano.

El amor. La lírica al estilo provenzal: el marqués de Santillana

La lírica amorosa consiste en hacer un homenaje al amor a través de las palabras de distintos autores. La lírica amorosa es antigua en la tradición poética castellana. Las jarchas medievales (textos breves escritos en mozárabe en los que una mujer se lamenta por la ausencia de su amado) son el primer ejemplo de lírica amorosa en nuestra literatura. Algunos romances líricos son también ejemplo de lírica amorosa.

En la poesía amorosa castellana del siglo XV recopilada en los cancioneros, a la tradición nacional española, se le une la tradición provenzal francesa, directamente a través de las cantigas de amor galaicoportuguesas. Estas cantigas, además, unían al modelo provenzal connotaciones de Petrarca y del Dolce Stil Nuovo italiano, aportaciones que espiritualizaron el sentido del amor de los trovadores provenzales. A partir de ahí, se creó un modelo de poesía amatoria cuyos rasgos eran:

  • Reserva y contención verbal. El poeta se expresa con extremo cuidado.
  • Abundancia de alegorías y personificaciones de ideas. Todo son símbolos y alusiones indirectas.
  • Aislamiento emocional del poeta, que sufre por su amor imposible.
  • Cierto gusto por el alarde de ingenio. Son muy frecuentes los juegos de palabras en los que el poeta se queja de que quien al tiempo le da la vida -la amada- es también quien lo mata.
  • Improvisación.

En la lírica amorosa al modo provenzal del siglo XV español, destacan tres grandes autores:

  • El marqués de Santillana, de quien hablaremos a continuación.
  • Juan de Mena, quien escribió el Laberinto de fortuna o Las Trescientas, donde nos ofrece una visión de la fortuna a medio camino entre la interpretación pagana y la cristiana, y...
  • Jorge Manrique, el famoso autor de las Coplas, al que nos referiremos más abajo.

Íñigo López de Mendoza (1398-1458), marqués de Santillana

Don Iñigo López de Mendoza, conocido como el marqués de Santillana (1398-1458), es el prototipo del caballero-escritor, apasionado tanto por las armas como por las letras. Es considerado uno de los primeros historiadores de la literatura española (nos dejó una "Carta-proemio al condestable de Portugal", donde habla de los principales escritores de la literatura castellana desde la Edad Media hasta sus días).

Fue un militar y poeta español del Prerrenacimiento. Llegó a reunir una importante biblioteca. Participó en los enfrentamientos políticos de su época, en especial aquel en el que el bando nobiliario estuvo en contra de don Álvaro de Luna. Cultivó dos tipos de poesía:

  • Poesía amorosa al estilo provenzal, como Canciones, decires y serranillas.
  • Poesía didáctico-moral.

Algunas de sus obras son:

  • Carta a doña Violante de Prades.
  • El infierno de los enamorados.
  • Comedieta de Ponza, que trata sobre la derrota sufrida por Alfonso V.
  • Diálogo de Bías contra Fortuna, que hace una reflexión sobre la fugacidad de los bienes mundanos.
  • El sueño.
  • El Doctrinal de Privados, que se ocupa del severo juicio contra don Álvaro de Luna, valido de Juan II que acabó en el cadalso.

Al marqués de Santillana le debemos la introducción del soneto en nuestra literatura, con sus Sonetos fechos al itálico modo (si bien quien lo introdujo definitivamente en nuestra literatura fue un autor de la centuria siguiente, el siglo XVI: Garcilaso de la Vega).

La reflexión moral: las Coplas, de Jorge Manrique

La poesía moral es aquella que trata asuntos graves, como la muerte o la conducta humana. En el siglo XV, la obra más representativa de este tipo de poesía es la elegía (= poema de dolor por la muerte de un ser querido) titulada Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique. Se trata de un poema didáctico-moral donde el autor, tras la muerte de su padre, el maestre don Rodrigo Manrique, evoca y ensalza su figura, poniéndolo como modelo de caballeros cristianos.

En las Coplas de Manrique hay mucho de los tópicos medievales al uso, pero también aparece por primera vez alguna idea nueva, renacentista, como cuando el poeta habla de la "tercera vida", la "vida de la fama", que puede hacer que el difunto perdure en la memoria de las gentes. Las Coplas son una mezcla de tradición (medieval) y modernidad (renacentista).


Jorge Manrique (1440-1479), hombre de armas y letras

Jorge Manrique nació en Paredes de Nava, Palencia (1440). Era hijo de don Rodrigo Manrique y de doña Mencía de Figueroa, de ilustre linaje castellano. Su familia, bajo el reinado de Juan II (1406-1454), combatió contra el Condestable don Álvaro de Luna, valido del rey que quería aumentar el poder de la Corona a costa de recortar las prerrogativas de los nobles.

Manrique nació con ese ambiente guerrero y de intrigas políticas. También frecuentó los círculos artísticos de la época y tuvo contacto con las letras gracias a su tío Gómez Manrique, famoso poeta y dramaturgo. La afición compartida entre las armas y la literatura le dio la característica imagen renacentista de soldado-poeta, como al marqués de Santillana y a Garcilaso de la Vega.

Jorgue Manrique perdió la vida en abril de 1479, en el asalto al castillo de Garcimuñoz, en poder de las tropas rebeldes del marqués de Villena.

La producción poética de Jorge Manrique fue más bien escasa (también es verdad que vivió poco). Solo se conservan cincuenta composiciones suyas, donde aborda los tres grandes temas de la poesía de su tiempo: el amor,la sátira y la reflexión moral.

En la poesía amorosa, Manrique repite los tópicos de la lírica provenzal, no es nada original: el amor es un servicio desinteresado que el caballero presta a la dama; el caballero se mantiene en ese estado de servidumbre feudal característico de la lírica provenzal y se somete a un sinfín de sacrificios que soporta con placer; el continuo penar en que vive el poeta es la esencia del amor.

Su poesía burlesca está formada por tres composiciones, donde crítica a una prima suya, a una mujer borracha y a su madrastra (siguiendo la tradición de las cantigas de escarnio de la lírica galaicoportuguesa). En este campo, tampoco es original ni hizo nada especialmente destacable.

Jorge Manrique debe toda su fama al poema didáctico-moral Coplas a la muerte de su padre, dedicado a su progenitor, el maestre de Santiago don Rodrigo de Manrique, que es puesto como modelo de caballero cristiano. Si no hubiera escrito estas Coplas, no habría pasado a la historia de la literatura y sería tan solo uno más de los muchos poetas que practicaron una lírica al uso de su tiempo, el siglo XV.

Otros poetas cultivaron como él esta tendencia poética de poesía seria y grave; entre ellos, los ya citados marqués de Santillana y Juan de Mena. Pero es sin lugar a dudas Manrique el más importante. Y ello porque en sus Coplas se anuncia ya la crisis de los valores medievales y aparece en juego la nueva mentalidad renacentista. En las Coplas a la muerte de su padre, Manrique habla de una tercera vida, la vida de la fama, que él otorga al difunto don Rodrigo. Este caballero, gracias a sus buenas acciones, a su heroísmo personal y su piedad, consigue dejar memoria de su paso por este mundo. Nace así un concepto más antropocéntrico del vivir humano, que ya tiene mucho que ver con el triunfo de los valores renacentistas. Manrique añade a las dos vidas características de la ideología medieval -la terrenal (el "valle de lágrimas") y la ultraterrenal (la "vida eterna" cristiana)- esta "tercera vida", la de la (buena) fama, que solo puede conseguirse siendo un dechado de perfecciones, un modelo en el hacer y en el decir para los otros.

Será otro autor del siglo XV prerrenacentista, Fernando de Rojas, en su inmortal Tragicomedia de Calixto y Melibea, quien refleje el "lado oscuro" de la "tercera vida": la "mala fama" que acompaña a Celestina. Pero Jorge Manrique es quien mejor retrata, en sus Coplas, esas ansias de trascender y dejar buen nombre del caballero cristiano, el hombre de armas y letras del Prerrenacimiento y el Renacimiento español: esa vida tercera, o vida de la (buena) fama, en la que el poeta puso como modelo a su propio padre.

La sátira: las Coplas de Mingo Revulgo

La situación de anarquía política y el clima de corrupción moral que imperaban el reinado de Enrique IV de Castilla propiciaron el auge de la poesía satírica, en la que se manifiesta un elevado sentido crítico contra la situación del reino. Autores de renombre como Jorge Manrique, como ya hemos dicho más arriba, hacen también poesía satírica en sus poemas de escarnio.

Había dos modalidades de sátira: la social y la política.

  • La sátira social tiene su manifestación en la Danza de la Muerte, género difundido por Europa desde mediados del siglo XIV y con tres rasgos característicos: el carácter ritual de la danza, el sentido igualador de la muerte y su imagen macabra, que inspira temor.
  • La sátira política es una crítica violenta y personal contra algunos miembros de la corte. Tres obras anónimas representan bien esta tendencia: las Coplas del Provincial, las Coplas de Mingo Revulgo y las Coplas de ¡Ay, panadera!.

Bibliografía, webgrafía

  • Alonso, Santos y otros: Lengua castellana y literatura. 1º Bachillerato. Barcelona, Casals, 2016, tema 9 "El Prerrenacimiento", pp. 176-199.

Preguntas de la Wikimpace relacionadas con el tema

Trabajos de los alumnos

Siglo XV

La Celestina

Edición, revisión, corrección

  • Primera redacción (enero 2019): Sheila Anubla y Cristina Chueca.
  • Revisiones, correcciones: Letraherido.