Diferencia entre revisiones de «Leyendas medievales (aragonesas, españolas, ibéricas)»

De Wikimpace
Saltar a: navegación, buscar
(La papisa Juana)
(La campana de Huesca)
 
Línea 121: Línea 121:
 
Tras la muerte en 1134 de '''Alfonso I el Batallador''' sin hijos, heredó el reino de '''Aragón''' su hermano '''Ramiro II el Monje''', obispo de '''Roda de Isábena'''. '''Aragón''' sufría por entonces diversos problemas internos y externos.
 
Tras la muerte en 1134 de '''Alfonso I el Batallador''' sin hijos, heredó el reino de '''Aragón''' su hermano '''Ramiro II el Monje''', obispo de '''Roda de Isábena'''. '''Aragón''' sufría por entonces diversos problemas internos y externos.
  
Según cuenta '''la Crónica de San Juan de la Peña''' (siglo XIV), estando Ramiro II preocupado por la desobediencia de sus nobles mandó un mensajero a su antiguo maestro, el '''abad de San Ponce de Tomeras''', pidiéndole consejo. Este llevó al mensajero al huerto y cortó unas coles (algunas veces se habla de rosas), aquellas que sobresalían más. A continuación ordenó al mensajero repetir al rey el gesto que había visto. '''Ramiro II''' hizo llamar a los principales nobles para que vinieran a '''Huesca''', '''con la excusa de hacer una campana que se oyera en todo el reino'''. Una vez allí, hizo cortar la cabeza a los nobles más culpables, sofocando la revuelta.  
+
Según cuenta '''la Crónica de San Juan de la Peña''' (siglo XIV), estando '''Ramiro II''' preocupado por la desobediencia de sus nobles mandó un mensajero a su antiguo maestro, el '''abad de San Ponce de Tomeras''', pidiéndole consejo. Este llevó al mensajero al huerto y cortó unas coles (algunas veces se habla de rosas), aquellas que sobresalían más. A continuación, ordenó al mensajero repetir al rey el gesto que había visto. '''Ramiro II''' hizo llamar a los principales nobles para que vinieran a '''Huesca''', '''con la excusa de hacer una campana que se oyera en todo el reino'''. Una vez allí, hizo cortar la cabeza a los nobles más culpables, sofocando la revuelta.  
  
La primera mención de esta leyenda la recoge la versión en latín de la '''Crónica de San Juan de la Peña''', también conocida como la crónica pinatense, que fue redactada dos siglos después del reinado de '''Ramiro II''' por mandato del rey '''Pedro IV el Ceremonioso'''. La forma popular desarrolla algo más el hecho: el rey convocó '''Cortes''' e hizo venir a todos los nobles del reino para que vieran una campana que se oiría en todo el reino. A los '''rebeldes''' los hizo entrar de uno en uno en la sala y fue decapitándolos según iban entrando. Una vez muertos, los colocó en '''círculo''' y la del '''obispo de Jaca, el más rebelde''', la colocó en el centro como '''badajo'''. Luego dejó entrar a los demás para que escarmentaran.
+
La primera mención de esta leyenda la recoge la versión en latín de la '''Crónica de San Juan de la Peña''', también conocida como la '''crónica pinatense''', que fue redactada dos siglos después del reinado de '''Ramiro II''' por mandato del rey '''Pedro IV el Ceremonioso'''. La forma popular desarrolla algo más el hecho: el rey convocó '''Cortes''' e hizo venir a todos los nobles del reino para que vieran una campana que se oiría en todo el reino. A los '''rebeldes''' los hizo entrar de uno en uno en la sala y fue decapitándolos según iban entrando. Una vez muertos, los colocó en '''círculo''' y la del '''obispo de Jaca, el más rebelde''', la colocó en el centro como '''badajo'''. Luego dejó entrar a los demás para que escarmentaran.
  
 
===Leyenda de la Espada de Roldán o el Salto de Roldán ===
 
===Leyenda de la Espada de Roldán o el Salto de Roldán ===

Última revisión de 09:28 16 may 2021

Contenido

Leyendas aragonesas

La Virgen del Pilar

El apóstol Santiago el Mayor fue el que vino a España a predicar la nueva fe de Cristo en tiempos de los romanos. De ahí viene el famoso grito de guerra de los cristianos, cuando entraban en lid con los musulmanes: "¡Santiago y cierra España (a los musulmanes)!". Bien, pues según la tradición, Santiago se encontraba en la ciudad de Caesar Augusta, que hoy es Zaragoza, predicando el mensaje de Jesús y deseoso de evangelizar y convertir a los paganos. Pero no hallaba cómo convencer a aquellos descreídos de la verdad de la nueva fe. Así que estaba muy desmoralizado y pensando que tendría que volver a Jerusalén diciendo a sus colegas apóstoles que no había podido evangelizar a la pagana Hispania.

Pero todo cambió a orillas del Ebro, en el año 40 d. de C. Porque allí se le apareció la Virgen, sabedora de que el bueno de Santiago no daba una a derechas con aquella tarea tan difícil de la conversión de infieles. Se presentó ante él de pie sobre un pilar, al ladico mismo del Ebro. Y Santiago, agradecido a Nuestra Señora, mandó llamar a todos los cristianos de Caesar Augusta (que, de aquella, no eran muy numerosos) y levantaron entre todos un modesto templo dedicado al culto de la Virgen María, cuya imagen fue puesta sobre un pilar o columna, nuestro Pilar. Y de ahí, la tradición.

Después, en el siglo XVI, se empezó a edificar la basílica que conocemos hoy día y cuyas obras han llegado hasta el siglo XX. Más, bastante más, que el tiempo empleado en terminar la Sagrada Familia de Barcelona. El templo actual es principalmente de estilo neoclásico (siglo XVIII).

El 20 de mayo en 1642 el municipio de Zaragoza proclamó a la virgen del Pilar patrona de la ciudad.

En el interior de la basílica, a orillas del río Ebro, se encuentra la famosa columna sobre la cual la Virgen se apareció al apóstol Santiago cuando ella todavía seguía viva, pero en la Tierra Santa.

Durante las fiestas del Pilar, hay varios días de festejo, pero el más importante es el día 12 de octubre, cuando la gente se viste de baturra y realiza la ofrenda de flores, que consiste en rellenar un manto de la Virgen enorme con millones de flores llevadas por cada persona o familia.

Uno de los milagros más famosos de la Virgen del Pilar es el de Miguel Pellicer, el cojo de Calanda, un hombre enfermo que perdió una pierna y que rezaba enfrente de la Virgen con tal devoción que finalmente recuperó su pierna gracias a Nuestra Señora.

La Virgen del Pilar es patrona de la Benemérita y, como el 12 de octubre de 1492 se descubrió América, también es patrona de la Hispanidad.

La Virgen del Pilar y el milagro de Calanda

Representación del milagro de Calanda

Allá por el siglo XVII, más concretamente en el año 1640, ocurrió un suceso milagroso que ha trascendido hasta día de hoy.

Su protagonista no es sino Miguel Juan Pellicer, un agricultor nacido en el pueblo aragonés de Calanda. Pues bien, se cuenta que en 1637, este joven, a sus diecinueve años, sufrió un accidente con un carro de cosecha con el que cayó al suelo y este pasó por encima de su pierna izquierda, rompiéndosela aparatosamente a la altura del tobillo.

Tras pasar por el hospital de Valencia, fue trasladado al de Zaragoza en busca de un remedio para su pierna gangrenada y dado su estado febril.

Una vez allí, decidió confesarse y tomar la comunión en la Basílica del Pilar, horas antes de que fuera intervenido quirúrgicamente sin más anestesia que una bebida alcohólica de alto grado. Dicha operación supuso la amputación de su pierna, poco más abajo de su rodilla y la posterior cauterización del muñón restante. Una operación que, en aquellos años, conducía casi de manera segura a la muerte

Como era costumbre, enterraron su pierna en el cementerio del hospital, puesto que en aquella época se pensaba que las partes mutiladas del cuerpo debían ser tratadas del mismo modo que el cuerpo entero, dado que todo ello estaba destinado a la resurrección. Fue el practicante 'Juan Lorenzo García' quien llevó a cabo esta acción.

Tras esta tragedia, Miguel Juan decidió pedir permiso a los canónigos de la Basílica del Pilar para pedir limosna a la puerta del edificio. Debido a la aprobación de estos, se convirtió en un mendigo conocido y ayudado por todos. Pero además de eso, el joven siempre seguía un ritual; el cual consistía en ungir con el aceite de las lámparas de la Santa Capilla su pavoroso muñón, a modo de masaje.

Al cabo de varios años, Miguel Juan puso fin a esa etapa de su vida y se fue a vivir con sus padres a Calanda, con su pierna de madera y sus muletas.

Y fue entonces cuando el 29 de marzo de 1640 sucedió lo inesperado. A la noche, cuando el joven dormía, le fue reimplantada repentina y definitivamente la pierna derecha que hacía nada le faltaba. Él contó que había sido después de notar “una fragancia y un olor suave nunca acostumbrados allí” y que fue su madre quien descubrió tal milagro. Asimismo, comprobó que se trataba de su misma pierna y no de un crecimiento del muñón. Se verificó al comprobar que la pierna enterrada ya no se hallaba en el cementerio de la ciudad de Zaragoza.

Miguel Juan explicó que, justo en el momento precedente al milagro, soñaba que “estaba en la Capilla de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza untándose la pierna derecha con el aceite de una lámpara, como lo había acostumbrado cuando estaba en ella”; y que justo antes de dormir había estado encomendándose a la Virgen del Pilar.

Debido a este gran milagro, fueron muchos los que lo investigaron y certificaron más tarde. Dos cirujanos, Juan de Rivera y Giusepe Nebot, fueron los primeros médicos en sentenciar, en la propia casa del protagonista, que ese suceso extraordinario e inverosímil no tenía explicación científica. El arzobispo de Zaragoza, Don Pedro de Apaolaza, abrió formalmente el Proceso de investigación del milagro a dos meses y una semana de transcurrir el suceso, el cual hizo público. El 27 de abril de 1641, este afirmó lo que sigue:

   “Declaramos que a Miguel Juan Pellicer, de quien se trata el presente
Proceso, le ha sido restituida milagrosamente la pierna derecha, que
antes le habían cortado; y que no había sido obra de la naturaleza,
sino que ha obrado prodigiosa y milagrosamente; y que se ha de juzgar
y tener por milagro por concurrir todas las condiciones que para la
esencia de verdadero milagro deben concurrir…”. 

El suceso se divulgó por la Corte y Miguel Juan tuvo que presentarse ante el rey Felipe IV. Del mismo modo, llegó a oídos de toda España, Italia y el Sur de Francia gracias al carmelita Fray Jerónimo de San José, quien redactó en italiano el milagro en 1641 y a Pedro Neurath, que hizo lo mismo pero traduciéndolo al latín y más tarde al francés, al alemán y al holandés. Este último hizo que el relato repercutiera en toda Europa. El mismo Papa Urbano VIII fue informado personalmente por el jesuita aragonés F. Franco en 1642. Y el milagro se convirtió en un hito del cristianismo en España.

FUENTES CONSULTADAS:

San Jorge y el dragón. La batalla de Alcoraz

San Jorge y el dragón
  • LA LEYENDA DE SAN JORGE Y EL DRAGÓN

En la ciudad de Silca (en la provincia de Libia) o en la región de Capadocia (según otras versiones; el lugar varía en las distintas variantes de esta leyenda), vivía un gran dragón que causaba daños entre la población y los animales. Para tranquilizarlo, los habitantes del pueblo acordaron dar al dragón una persona en sacrificio y, para ello, todos los días, se realizaba un sorteo en el que salía elegida la persona que debía ser entregada al dragón. Un mal día, le tocó a la hija del rey, la princesa Cleolinda.

La princesa abandonó la ciudad con resignación en dirección hacia el dragón. De pronto, apareció un joven caballero con armadura, montado sobre un caballo blanco. El caballero estaba dispuesto a salvarla a ella y a todos los habitantes del pueblo. Se enfrentó al dragón y libraron una gran batalla hasta que San Jorge le incrustó al dragón una gran lanza en el pecho. De la sangre que derramó el dragón, nació un hermoso rosal que Jorge entregó a la princesa después de haber ganado la batalla. Y de ahí viene la tradición, en Cataluña, de entregar junto a un libro una rosa roja cuando se celebra el 23 de abril.

San Jorge es el patrón de Inglaterra (saint George), Alemania, Portugal y Grecia. Y también en España lo es de Aragón (san Chorche) y Cataluña (san Jordi).

  • SAN JORGE Y EL DÍA DEL LIBRO (23 DE ABRIL)

San Jorge es el patrón de Aragón y Cataluña, así como también de Inglaterra. Su día se celebra el 23 de abril de cada año, al tiempo que el Día Internacional del Libro y la Lectura. Se eligió esta fecha porque el 23 de abril de 1616 murieron Shakespeare, Cervantes y el Inca Garcilaso de la Vega, tres de los más grandes escritores de todos los tiempos, de distintas lenguas y nacionalidades.

  • SAN JORGE Y LA BATALLA DE ALCORAZ

La relación de Aragón con San Jorge (San Chorche, en aragonés) está también en la leyenda de la aparición del santo en la batalla de Alcoraz, en Huesca, cuando las huestes cristianas de Pedro I luchaban denodadamente contra los musulmanes para conquistar la ciudad. Dios mandó al santo en defensa de sus guerreros y San Jorge descendió del cielo a caballo, portando con él una cruz granate. Los milicianos, tras ver la señal divina, regresaron al campo de batalla con más energía que nunca. Los musulmanes no se creían lo que estaba pasando y fueron derrotados, abandonando el lugar rápidamente.

Todavía hoy, la camiseta de la Sociedad Deportiva Huesca es de color azul granate en recuerdo a la providencial aparición de San Jorge. Y el campo de fútbol de la localidad lleva el nombre de El Alcoraz, también como recuerdo y homenaje de la monumental batalla.

La leyenda del Santo Grial y Huesca

Una de las tradiciones más interesantes que tenemos en Aragón afirma que el legendario Santo Grial fue escondido durante siglos en las montañas de Huesca y custodiado en el Monasterio de Juan de la Peña, en la comarca de la Jacetania. Conocedor de esta tradición, el rey Martín I el Humano se hizo con esta preciada reliquia y la trasladó a Zaragoza en 1399 aunque, posteriormente, Alfonso V la depositó en la catedral de Valencia, donde se venera desde 1347 con el nombre de Santo Cáliz.

Con el término Santo Grial se conoce desde muy antiguo a la copa que utilizó Jesucristo en la Última Cena para instituir el sacramento de la Eucaristía. Por lo tanto, es considerada una de las reliquias más importantes de la cristiandad. Otras tradiciones afirman que, al día siguiente, José de Arimatea también recogió en él la sangre que brotaba del cuerpo de Jesús en la cruz o quizá pudo ser la que limpió de su cuerpo antes de enterrarlo en el sepulcro. En cualquier caso, se trata de una vaso de especial importancia porque contuvo la sangre de Jesucristo.

Generaciones de hombres han ansiado su posesión y se han dedicado a buscarlo hasta la actualidad, convirtiendo este concepto en todo un icono de lo misterioso. Encontrarlo fue obsesión de los templarios e incluso de los dirigentes nazis. El hecho de haber estado en contacto directo con la sangre de Jesucristo alimentó la creencia de que esta reliquia tenía unos poderes extraordinarios. En el cine, en las películas del famoso arqueólogo Indiana Jones salen el Santo Grial y el Arca de la Alianza, dos de las reliquias más preciadas de la cristiandad y pretendidas ambas por el régimen nacionalsocialista alemán.

Más información:

Los corporales de Daroca

Se trata de un milagro sucedido en 1239, en el marco de la Reconquista cristiana de la península.

La historia relata que el Capellán Don Mateo Martínez, de Daroca, momentos antes de la misa, había consagrado seis hostias destinadas a la comunión de los seis capitanes de las tropas cristianas: Don Jiménez Pérez, Don Fernando Sánchez, Don Pedro, Don Raimundo, Don Guillermo y Don Simone Carroz. Un ataque sorpresivo del enemigo obligó a suspender la misa, ocultando el capellán las hostias ya consagradas en unos corporales (unos paños finos) que ocultó en un pedregal del monte.

Muestra de los corporales a los capitanes de las tropas

Rechazado el ataque del que salieron victoriosos los cristianos, los comandantes pidieron al sacerdote que les diera la comunión para dar gracias al Señor por la victoria. El Padre Mateo fue al lugar donde las había escondido y se encontró las seis hostias empapadas en sangre y pegadas a los corporales.

Los comandantes se regocijaron ante lo que vieron y lo tomaron esto como una señal de Jesús de que iban a ser victoriosos en las próximas batallas contra los moros. Hicieron que el sacerdote colocara el corporal con las hostias manchadas de sangre en un marco, como estandarte de la anunciada victoria y volvieron a batalla contra los moros. El castillo de Chio fue recapturado y el mérito de la triunfal batalla se otorgó al Milagro Eucarístico de los Corporales.

Los corporales de Daroca
La mula enfrente de la iglesia de San Marcos

Los seis comandantes eran de diferentes regiones de España. Cada uno de ellos creía que el sagrado corporal debía ir a su ciudad, para ser honrado en la Catedral, por lo que empezó una discusión sobre dónde se veneraría la reliquia. Se decidió hacer un sorteo y, por tres veces, la ciudad de Daroca fue la elegida. Pero dos comandantes no estaban de acuerdo. Así que el general principal propuso una solución. Pondrían el corporal a la espalda de una mula árabe, capturada en la conquista. La mula nunca había pisado tierra cristiana antes del ataque árabe a España. El plan era dejar que la mula vagara como quisiera, hasta que encontrara un lugar donde parar. En donde se detuviera, allí sería el lugar escogido por el Señor para venerar el corporal. El plan se llevó a efecto el 24 de febrero de 1239. La mula viajó durante doce días una distancia de más de doscientas millas. Iba seguida en su caminar por varios sacerdotes y soldados. Primero, tomó el camino de Valencia, pero nunca entró en la ciudad. Tocó después Segorbe, Jerica y Teruel, pero tampoco entró en ninguno de esos lugares. Finalmente, acabó frente a la Iglesia de San Marcos, en la ciudad de Daroca (hoy Iglesia de la Trinidad). Y allí estuvo el corporal hasta que se trasladó a la nueva iglesia de Santa María, el 7 de marzo, fecha en la que se instituyó la fiesta de Santo Tomás de Aquino, por ser este santo un gran defensor de la Eucaristía. (En la época del milagro, 1239, Santo Tomás tenía tan solo catorce años, pero después de su muerte, a mitad del siglo XIV, fue nombrado protector del Milagro Eucarístico de Daroca).

Hay tradiciones y leyendas asociadas al viaje de la mula. Se dice que, durante los doce días que duró aquel trayecto, sucedieron muchas cosas milagrosas: música y cantos angelicales, furia de demonios abandonando las almas poseídas, muchas conversiones de pecadores, etc. Pero no hay ninguna documentación sobre esto. Son historias locales desarrolladas a lo largo de los años. Sí hay, sin embargo, documentación sobre el Milagro Eucarístico de los Corporales, del peregrinaje de la mula y de la elección celestial de Daroca como la ciudad donde debían ser venerados.

Una iglesia fue construida para ser el hogar de ese regalo especial al pueblo de Daroca. Un relicario majestuoso fue creado en 1385. Esculturas que representan los hechos del milagro fueron colocadas en la Iglesia: escenas de la Batalla, el Padre Don Mateo levantando el corporal como estandarte, el viaje de la mula y su llegada a Daroca...

Urbano IV fue el papa que declaró que el Milagro Eucarístico era auténtico. Un año después, instituyó la Fiesta de "Corpus Cristi", que sigue siendo el Día Grande en Daroca a fecha de hoy.

La sangre en el corporal ha sido analizada y se ha determinado su origen humano. No hay ningún dato sobre el tipo de sangre.

La campana de Huesca

Tras la muerte en 1134 de Alfonso I el Batallador sin hijos, heredó el reino de Aragón su hermano Ramiro II el Monje, obispo de Roda de Isábena. Aragón sufría por entonces diversos problemas internos y externos.

Según cuenta la Crónica de San Juan de la Peña (siglo XIV), estando Ramiro II preocupado por la desobediencia de sus nobles mandó un mensajero a su antiguo maestro, el abad de San Ponce de Tomeras, pidiéndole consejo. Este llevó al mensajero al huerto y cortó unas coles (algunas veces se habla de rosas), aquellas que sobresalían más. A continuación, ordenó al mensajero repetir al rey el gesto que había visto. Ramiro II hizo llamar a los principales nobles para que vinieran a Huesca, con la excusa de hacer una campana que se oyera en todo el reino. Una vez allí, hizo cortar la cabeza a los nobles más culpables, sofocando la revuelta.

La primera mención de esta leyenda la recoge la versión en latín de la Crónica de San Juan de la Peña, también conocida como la crónica pinatense, que fue redactada dos siglos después del reinado de Ramiro II por mandato del rey Pedro IV el Ceremonioso. La forma popular desarrolla algo más el hecho: el rey convocó Cortes e hizo venir a todos los nobles del reino para que vieran una campana que se oiría en todo el reino. A los rebeldes los hizo entrar de uno en uno en la sala y fue decapitándolos según iban entrando. Una vez muertos, los colocó en círculo y la del obispo de Jaca, el más rebelde, la colocó en el centro como badajo. Luego dejó entrar a los demás para que escarmentaran.

Leyenda de la Espada de Roldán o el Salto de Roldán

Éste personaje consiguió su espada a los 17 años, de las manos de Carlomagno, la cual la llamaban Durandarte o Durandal.

La espada guardaba muchas reliquias, pero Roldán intenta romperla contra una roca, sin éxito, para que los vascones no sé hagan con ella.

En el Romancero viejo existe un personaje llamado Durandarte, famoso por su relación con una chica llamada Belerma, personificación de la espada. Éste acompaña a Roldán hasta el día de su muerte en la batalla de Roncesvalles (15 de agosto de 778).

Se escribieron dos cantares, la Chanson de Roldán y el Cantar de Roncesvalles, en los que se menciona que Carlomagnolo encuentra muerto con la espada a su lado.

Hay otras versiones que dicen que Roldán tiro su espada al agua, para que no cayera en manos enemigas, o que el enemigo, al vencerlo, toma su espada como prueba de la victoria.

La leyenda del Santo Cristo de la Columna de Mallén

  • Autora: Sandra Alamán. 2º Bachillerato A. Curso 2019-2020.
  • Fecha: abril de 2020.

La vecina villa de Mallén celebra, en torno al primer domingo de septiembre, sus Fiestas Patronales en honor del Santo Cristo atado a la Columna que se venera en su iglesia parroquial.

El origen está unido a una bella tradición que recogió D. Francisco Javier Córdoba en su obra Manlia y Mallén. Lo que se cuenta es que en una fría tarde del mes de marzo, llamó a las puertas de una modesta vivienda, situada junto a las ruinas de la antigua mezquita, un pobre al que los moradores dieron cobijo para que pasase la noche. Se acercaba la Semana Santa y, en la conversación que siguió a la cena, manifestaron al mendigo el deseo de los habitantes de la localidad de contar con una imagen de Cristo, de la que carecían en su parroquia. Su sorpresa fue grande cuando el desconocido les dijo que él podía hacerla, si le proporcionaban los materiales precisos y el sustento, aunque con la condición de no penetrar en la habitación donde iba a trabajar, hasta que les avisara. Así lo hicieron, aunque en la noche del tercer día pudo más su curiosidad y decidieron entrar para conocer la marcha de la obra. Su sorpresa fue enorme al comprobar que el visitante había desaparecido y que, en el centro de la pequeña estancia, se encontraba la bella imagen de Cristo atado a la Columna que, desde aquel momento, se convirtió en especial protector de la villa de Mallén.

En su honor se inició, a comienzos del siglo XIX, la construcción de una capilla en la que venera la imagen, bajo un templete circular. Proyectada por el arquitecto zaragozano Tiburcio del Caso, las obras se interrumpieron a causa de la Guerra de la Independencia y tardaron mucho tiempo en reanudarse, no pudiendo dar término a las mismas hasta 1854, aunque fue objeto de una profunda renovación en 1912, en este caso con un proyecto del arquitecto Martínez Ubago.

  • Más información: Santo Cristo de la Columna, patrón de Mallén (festividad: primer domingo de septiembre). Trabajo de Sandra Alamán. 2º Bachillerato A. Curso 2019-2020.

Los amantes de Teruel

Juan Diego Martínez e Isabel, pertenecían a dos de las grandes familias de la ciudad de Teruel, los Marcilla y los Segura. Él era un Marcilla e Isabel era hija de Pedro Segura.

Isabel y Diego, mencionado casi siempre en los relatos como Marcilla, se conocían desde la infancia y, al llegar a la edad adulta, éste le confesó su amor y el deseo de tomarla como esposa. Ella quería lo mismo, pero no accedería sin el consentimiento de su familia. Los tiempos habían cambiado y la familia Marcilla no pasaba por uno de sus mejores momentos económicos. El padre de Isabel se negó en rotundo a este enlace por esa cuestión y estableció que solo accedería con una condición: que Diego partiera a hacer fortuna por el mundo y en el plazo de cinco años recuperase la fortuna de su familia. Él aceptó e Isabel prometió esperarlo.

El padre de Isabel, sin embargo, no esperó los cinco años y, ansioso por casar a su hija, a la cual respetó hasta que cumplió los 20 años, amañó un matrimonio con don Pedro de Azagra, señor de Albarracín. Isabel, como ya habían pasado más de cinco años y no recibía noticias de su amado Diego —al que creía muerto en las guerras musulmanas—, accedió a lo que su padre llevaba años pidiéndole.

El motivo del retraso fue que Marcilla, luchando contra los almohades en tierras de Valencia, fue seducido por una de las esposas del emir de Valencia, Zulima. Éste la rechazó y ella trató de impedir de todas las formas posibles el regreso de Diego a Teruel, a fin de que expirase el plazo de cinco años y no pudiera casarse con su prometida cristiana.

El mismo día de la boda de Isabel con don Pedro, llegan a Teruel las noticias de que Juan Diego Garcés Martínez de Marcilla había regresado a Zaragoza, con grandes riquezas y con el deseo de casarse con su amada Isabel. Se contaba que había ganado más de cien mil sueldos luchando contra los moros, por mar y por tierra, y que volvía inmensamente rico. Pero para cuando llegó a Teruel, Isabel ya se había casado con Pedro. Y aunque Marcilla trató de todas las formas posibles de recuperarla, ella, mujer honesta, se negóa tenerlo como amante. Diego se coló en la cámara nupcial de Isabel la misma noche de bodas. La conversación se complicó y pasó pronto de los delirios amorosos a las acusaciones y reproches. Al final, Marcilla, calmado, únicamente pide un beso y un abrazo a su antiguo amor. Pero Isabel, que ya es la esposa de otro hombre, se lo niega de forma brusca y vuelven los reproches. El diálogo, muy intenso, finaliza así:

ISABEL: ¡Para esto di mi mano!
MARSILLA: ¡Desdichada…!
ISABEL: ¿Qué es lo que hiciste?
MARSILLA: Tu traición revelas. ¡Impostora! -¡Y decía que me amaba!
ISABEL: ¡Hombre de maldición! ¡Ojalá nunca de Teruel las almenas avistaras!
      ¡Cruel! ¿Amor a reclamar te atreves de una mujer por ti despedazada? Ya te
      aborrezco.
MARSILLA: ¡Oh, Dios! ¡Ella lo dice! (Cae en un escaño como herido de un rayo.)
      No puedo más.
ISABEL: ¡Qué miro! Se desmaya… Perdóname un momento de despecho…
MARSILLA: Isabel me aborrece… ¡Me engañaba! Aquí siento… ¡qué angustia! Yo
      la adoro… y ella me aborrecía… ella me mata. (Muere.)

En definitiva, Diego muere de amor despechado e Isabel muere al día siguiente, también de amor, durante el entierro del joven, no sin antes haberla dado al difunto el beso de amor que le había negado en vida.

La historia de Isabel y Diego es, sin duda, la más famosa de Aragón y todos los años se representa en Teruel, en torno al 14 de febrero, día de los enamorados (San Valentín), con la participación del pueblo. Isabel y Diego son los Romeo y Julieta aragoneses.

Más información:

La Cruz del Sobrarbe

A las afueras del pueblo medieval de Aínsa se eleva un templete en recuerdo de la batalla que ganaron los cristianos a los musulmanes, una batalla en la que la leyenda dice que se les apareció una cruz en llamas sobre una carrasca, lo cual fue todo un revulsivo para las mermadas fuerzas militares de los sobrarbenses. En la actualidad, Aínsa sigue celebrando la fiesta de La Morisma en la que se rememora el triunfo de los ejércitos cristianos sobre los musulmanes a la puertas de la villa, en el año 724.

Según la leyenda, antes de la batalla, el número de musulmanes era muy superior al de los cristianos; sin embargo, éstos vencieron gracias al ánimo que les dio su jefe Garci Jiménez y, sobre todo, porque en plena lucha se les apareció sobre una carrasca una gran cruz roja resplandeciente, lo cual fue tomado como un buen presagio.

Testimonio de la enorme trascendencia de este hecho legendario es que, hoy en día, la carrasca y la cruz roja se mantienen en el escudo de la comarca del Sobrarbe y en el de la Comunidad Autónoma de Aragón.

La montaña de Formigal

Anayet y Arafita eran los dioses más pobres de la montaña, les habían despojado de sus pinares y abetales, hasta sus ganados escaseaban en sus senderos, que se habían convertido en pasos de contrabandistas. Anayet y Arafita eran trabajadores, honrados y felices y tenían una hija preciosa, la diosa Culibilla, a la que el cielo había dotado de todas las bellezas y cualidades. Nada quería saber de las pretensiones galantes de los dioses pirenaicos. Sus mejores afectos eran hacia los corderillos que competían en blancura con los inmensos heleros y glaciales que rompían el verdor de las montañas. Y más aún, amaba a las humildes y trabajadoras hormigas blancas que, durante el verano, continuaban blanqueando la montaña, hasta el punto que Culibilla la bautizo con el nombre de Formigal.

La tranquila paz se acabó el día que Balaitus se enamoró ardientemente de Culibilla. Balaitus era fuerte, poderoso, temido por todos y nadie se oponía jamás a sus deseos. Él amasaba las terribles tormentas del Pirineo y forjaba los rayos, capaces de destruir todo cuanto le rodeaba. Era violento cuando se enfadaba y hacía correr sus carros por encima de las nubes, estremeciendo hasta los cimientos de las montañas.

Culibilla lo rechazó, pero en mal momento, ya que a él era la primera vez que lo rechazaban y juró raptarla.

En tres zancadas se presentó Balaitus ante Culibilla, decidido a cumplir su propósito. Las montañas todas estaban atónitas, sin atreverse a defender a la diosa. Y dice la leyenda que entonces Culibilla, al verse perdida, gritó: "¡A mí las hormigas!" A millares acudieron de todos los sitios las hormigas blancas que empezaron a cubrir a Culibilla ante los ojos de Balaitus quien, horrorizado, emprendió la huida. Culibilla, en el colmo de la amistad y el agradecimiento, se clavó un puñal en el pecho para guardar dentro junto a su corazón a todas las hormigas: es el forau de Peña Foratata. Y cuentan que los que suben al Forau de la Peña pueden oír claramente los latidos de Culibilla, la diosa agradecida. Y aseguran también que en Formigal, desde entonces, ya no hay hormigas blancas: todas las tiene ella guardadas en su corazón.

La leyenda de Celina (Panticosa, Huesca)

Autora: Iliana Morata, 1º Bachillerato BB. Curso 2019-2020

Celina y su piano

A orillas del Pantano de Búbal, en la confluencia de los ríos Gállego y Caldarés, encontramos El Pueyo de Jaca.

De su ruta arquitectónica destaca la iglesia de San Miguel (siglo XVI), el palacete de la Viñaza y el puente del Concellar.

En el palacete de la Viñaza, según cuenta la leyenda...

A mediados del siglo XIX, a los marqueses de Saint Lary (Francia) les encantaba pasar largas temporadas en este hermoso pueblo del Pirineo aragonés. Los marqueses tuvieron dos hijos, que se llamaban Úrbez y Victorián. Por ese motivo, contrataron a una muchacha que sería su niñera e institutriz. La muchacha, llamada Celina, era hija de un lord inglés. Le encantaba la lectura y tocar el piano. Su pieza favorita era la "Pavana para una infanta difunta", del compositor vasco-francés Maurice Ravel.

El día de Todos los Santos, Celina fue con los niños a dar un paseo por la orilla de río. Cansada de caminar, Celina se sentó bajo un árbol a disfrutar de la lectura. Tan enfrascada estaba que no se dio cuenta de que el carrito de los niños empezaba a moverse hacia la orilla del río. Cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde. Celina, desconsolada, se tiró al río en un fallido intento de salvar a los pequeños. Sus cadáveres se encontraron días después en el río Gállego. Desde entonces, cuentan que el fantasma de Celina ronda por el albergue y que la noche de Todos los Santos su espíritu recorre el parque y distintos rincones de la casa, vestida con su traje de seda blanco para acabar tocando al piano su pieza favorita, la "Pavana para una infanta difunta".

Más información:

Leyendas españolas

Los orígenes del Camino de Santiago

  • Autora: Lorena Bolívar. 5ºBB. Curso 2019-2020.
  • Fecha: enero de 2020.
Santiago el Mayor

En el siglo IX, el monarca que gobernaba en ese momento Asturias, Alfonso II, se encontraba en Oviedo cuando la noticia de que se habían encontrado los restos del Apóstol Santiago llegó a su conocimiento.

Ante la importancia de la noticia, el propio monarca se movió desde el lugar donde se encontraba para poder comprobar con sus propios ojos que este hecho era cierto, siendo el primero en realizar un tramo del que hoy conocemos como Camino Primitivo y convirtiéndose, por casualidad, en el primer peregrino del Camino de Santiago.

Una vez que se aseguró del hallazgo de los restos del Apóstol, el propio monarca ordenó que en ese lugar se construyera un sepulcro para que todo aquel que lo deseara pudiera rendirle culto, comenzando desde aquel momento las peregrinaciones desde todos los puntos de España y buena parte de Europa.

Con la noticia recorriendo cada vez más lugares y el sepulcro ya construido, muchas eran las personas que visitaban a diario el sepulcro del Apóstol para mostrar sus respetos. Sin embargo, no fue hasta que el conquistador Carlomagno consiguió que los caminos que conducían allí fueran mucho más seguros que el número de visitantes comenzó a ascender notablemente.

Camino de Santiago es la denominación que tienen una serie de rutas de peregrinación cristiana de origen medieval que se dirigen a la tumba de Santiago el Mayor, situada en la catedral de Santiago de Compostela (Galicia, España). Se trata de un

   "camino sembrado de numerosas manifestaciones de fervor, de arrepentimiento, de hospitalidad, de arte y de cultura".

San Ildefonso (23 de enero) y la lotería nacional

(Ver en la Wikimpace: San Ildefonso, su casulla y la lotería nacional).

San Isidro labrador (15 de mayo), patrón de Madrid, y santa María de la Cabeza, su esposa

(Ver en la Wikimpace: San Isidro Labrador (15 de mayo) y Santa María de la Cabeza (9 de septiembre))

San Mamés (17 de agosto), el santo de Bilbao

(Ver en la Wikimpace: San Mamés, el santo de Bilbao)

La leyenda de la mariposa

Cuenta la leyenda que, en una aldea asturiana, hace mucho tiempo, vivía un rico labrador, viudo y padre de dos hijas, Inés y Clara, siendo la primera su preferida, entre otras cosas porque era la única de la dos que nunca le contradecía y siempre le complacía en todo cuanto le pedía.

Como era de esperar, cuando Inés estuvo en la edad de comenzar a pensar en el matrimonio, no puso ninguna objeción al pretendiente que su padre le había asignado para tal fin. Con Clara no obtuvo el mismo resultado. Esta eligió con el corazón y tanta fue la ira que provocó en su padre que la desheredó, prohibiéndole además que se acercara a él y a su hermana, ni tan siquiera a la casa donde había nacido.

Inés se consumía en la tristeza, no solo por no poder estar cerca de su hermana, sino también porqué sabia de las necesidades que tanto esta como su marido pasaban. Pero el temor a su padre podía más que su pesadumbre, y los días pasaban e Inés seguía sin hacer nada para mejorar la situación de Clara. Cuando el labrador murió, vio finalmente una oportunidad para poder hacer lo que su corazón llevaba meses reclamándole, pero en esta ocasión fue su marido el que le prohibió que lo hiciera, argumentando que eso sería como contravenir la voluntad del difunto padre.

El día que se celebraba la misa por el alma del difunto, Inés rezó con toda su alma para que Dios le permitiera encontrar el modo de favorecer a Clara, y en eso estaba cuando de pronto sintió un gran peso sobre su cabeza. Levantó la mano y una mariposa se elevó en el aire. No podía creer que un pequeño insecto pudiera pesar tanto. Primero, pensó que era fruto de su imaginación, pero el suceso se repitió varias veces, ya no tenía dudas: el gran peso que sentía sobre su cabeza era provocado por la mariposa.

Al acabar la misa, le contó a su marido lo que le había sucedido. Este se río de ella y después no le hizo el más mínimo caso. Sin embargo, a los pocos pasos, fue el marido quien levantaba la mano hacia su cabeza por el gran peso que sentía sobre ella y quien veía elevarse una mariposa ante sus ojos. Y así fue durante todo el camino de vuelta a su casa, e incluso continuó cuando ya estaban dentro. La mariposa se movía de una cabeza a otra continuamente, presionando la cabeza de los esposos, hasta que finalmente Inés le insistió a su marido de que eso era una señal divina que se les enviaba para que ayudaran a Clara. El marido, ante la insistencia de su esposa y de la mariposa, accedió a repartir la cuantiosa herencia de su suegro con sus cuñados.

Y así se hizo, y cuentan que en el día en que los lazos de las dos familias se restablecieron, vieron a una mariposa volar alegremente entre ellos, para después marchar volando alto, muy alto, hasta que finalmente la perdieron de vista, no volviéndola a ver nunca jamás.

Amarca, leyenda guanche

La leyenda habla sobre la bella doncella indígena que vivía en los montes altos de Icod de los Vinos, en Tenerife, una de las Islas Canarias. Se dice que era tan gallarda su figura y tan peregrina su belleza que despertaba la envidia de todas las demás mujeres de su entorno. Su morada parecía un nido colgado de las afiladas crestas de la montaña. Hasta ese rústico lugar, llegó un día el Mencey Belicar, el último rey de los dominios de Icod y, al ver la belleza de la joven, quedó prendido y enamorado para siempre de la bellísima Amarca.

La noticia corrió como pólvora por todo el menceyato, pero Amarca, a pesar de lo humilde de su linaje, era altiva y desdeñosa y, al verse asediada de amores por muchos hombres, sembró mucho dolor y decepción en sus amantes. Las gentes del lugar se preguntaban para quién seria el corazón de la bella hija del Teide.

Pronto llegó un nuevo pretendiente, uno de los mas aguerridos vasallos del Reino, Gariaiga el Pastor, quien había enloquecido por Amarca; pero ella desdeñaba su cariño y repudiaba su pasión desenfrenada. Esquivaba al hijo del Volcán, el pastor de tez morena y brazos recios como robles.

Enloquecido por el dolor de verse desdeñado, mientras el sol teñía de sangre las plateadas aguas del Atlántico, se vio a Gariaiga al borde de un precipicio arquear su cuerpo hacia delante, hundir la cabeza en su pecho y lanzarse veloz hacia el abismo. Las mujeres culpaban al egoísmo de la joven y a sus desdenes de la triste muerte del pastor y la noticia del trágico suceso no tardó en extenderse por todas partes.

De pronto, Amarca desapareció, nadie sabía el destino de la joven doncella. Solo un anciano que una mañana la había visto descender de las cumbres y caminar como una sonámbula hasta las orillas del mar, estaba en posesión del secreto. Una semana más tarde, el anciano contó que la vio lanzarse al abismo y después de luchar con el bravo oleaje, llevósela mar adentro un ola alegre y corretona como un niño.

Desde entonces, cuando algún caminante nocturno cruza las cumbres del Teide, puede oír aun un lamento extraño y escalofriante. Es la voz débil, apagada y triste que parece surgir del fondo de los barrancos. Es la voz de Gariaiga que eternamente sigue llamando a su amada: "…Amarca… Amada Amarca…"

La Cornudilla, el pueblo maldito

Casa de los ruidos (exterior)

Los cuarenta habitantes de la pedanía de la Cornudilla (Comunidad Valenciana), tuvieron que abandonarla en los años cincuenta, a consecuencia de una sucesión de fenómenos extraños que sucedían en las viviendas y que acabaron aterrorizando a los vecinos.

Casa de los ruidos (interior)

Todo comenzó con las habladurías entre las gentes del pueblo de que en sus casas, por las noches, podían escucharse conversaciones, voces, susurros, lloros, de lo que ellos llamaban “duendes”. A veces, los ruidos eran tan fuertes que las personas tenían que salir a dormir a la calle y los perros se ponían a ladrar como locos.

En ocasiones, según los ancianos de los pueblos cercanos que entonces eran niños, algunas herramientas y objetos se veían sacudidos por manos invisibles y extrañas.

Pero podría considerarse que el acontecimiento que provocó el espanto y huida de las gentes del pueblo fueron los hechos desarrollados en la conocida hoy como Casa de los ruidos. Ese nombre que le fue dado entonces por los lugareños ha permanecido a lo largo de sesenta años hasta hoy día.

En La Cornudilla, resiste una modesta casa apartada unos metros del resto de edificaciones derruidas, enclavada en un campo, junto a un enorme árbol que proyecta inquietantes sombras sobre sus muros. Si se la mira desde el camino que procede de Los Ruices, parece intacta, como si los años de abandono no la hubieran perjudicado. Pero si se observa desde el lado contrario, su interior queda al descubierto y se aprecian sus entrañas de madera y piedra. Dentro, hay una escalera que conduce al piso superior, el lugar de donde proceden los extraños sonidos o raps que la han convertido en famosa.

El Papamoscas de la catedral de Burgos

Papamoscas, Catedral de Burgos

El rey Enrique III "El Doliente" acudía por costumbre a rezar a la Catedral de Burgos.

Un día, mientras realizaba sus oraciones, se distrajo con la presencia de una hermosa muchacha que entró en el templo con la misión de rezar ante la tumba de Fernán González.

El rey la siguió al salir, hasta verla entrar en una vieja casona y, a lo largo de varios días, la misma escena se repetía.

El monarca era demasiado tímido para intentar tener una conversación con la mujer, hasta que un día ella dejó caer un pañuelo al lado del rey, el cual lo recogió y se acercó ella, se lo devolvió en silencio, sin que mediara palabra en ese encuentro. Solo después de desaparecer más allá de la puerta, el rey escuchó un doloroso lamento que se le clavó en la memoria sin poderlo ya desterrar.

A partir de entonces, la muchacha nunca volvió a aparecer por la catedral y el monarca pasaba días esperándola y buscándola por todos los rincones.

Cuando trató de saber algo de ella, le confirmaron que en la casa donde le había visto entrar todos los días hacía muchos años no vivía nadie, porque todos sus habitantes habían fallecido de la peste negra.

Deseando retener aquella idílica visión de la joven en su memoria, encargó a un artífice que fabricara un reloj para la catedral. Éste debía reproducir los rasgos de la muchacha en una figura que, además, al sonar las horas, lanzase un gemido como el que él había escuchado y no podía borrar de su recuerdo. Desgraciadamente, el artífice no logró siquiera aproximarse a la belleza que le había descrito el monarca. A la hora de reproducir su lamento, solo logró que el muñeco lanzase un graznido, que años después se optó porque desapareciera.

Ponce de León y la Fuente de la Eterna Juventud

  • Autora: Zayra Muñoz, 5º BB, curso 2019-2020.
  • Fecha: Enero de 2020.
Ponce de León y sus hombres buscando la fuente de la juventud

Juan Ponce de León escuchó hablar por primera vez a los indios del Caribe acerca de una isla, llamada Bímini, en cuyas tierras se creía que brotaba un maravilloso manantial que convertía a los viejos en jóvenes. Esta leyenda no era nueva para Ponce, porque circulaba ya por Europa desde tiempos de Herodoto, pero para él, escucharla en boca de los indígenas americanos supuso una confirmación de su autenticidad. Desde ese momento, Ponce se obsesionó por encontrar la Fuente de la Eterna Juventud.

En 1512, consiguió el permiso del rey para buscar la isla de Bímini y su fuente. La expedición partió en febrero de 1513 con tres navíos y avistó tierra el 3 de marzo del mismo año. Ponce creyó haber llegado a la isla, a la que rebautizo como Florida, hasta que se dio cuenta de que se trataba en realidad de una península. Pero para entonces, ya no quedaba manantial, río, arroyo o pantano en el que no se hubiese bañado para probar aquellos efectos milagrosos de los que hablaba la leyenda. La expedición regresó a casa, desilusionada, en febrero de 1514.

A pesar del fracaso, Ponce seguía convencido de que la isla se encontraba en algún lugar del Caribe. Volvió a España y, tras mucho insistir al rey, consiguió que lo nombrara Adelantado de Bímini y Florida.

En 1521, tras años de pleitos y desgracias personales, Ponce volvió a partir en busca de la mítica fuente. Tomó tierra con su gente y construyó un poblado, pero fue atacado por los nativos. Muchos de sus hombres murieron y él mismo recibió una flecha que, aunque aún lo dejó llegar vivo a Cuba, a la postre, acabó provocándole la muerte.

Lo más llamativo de la historia es la edad de Ponce de León. En su primera expedición, tenía unos 43 años, lo que parece poca edad para obsesionarse de tal manera por rejuvenecer. La paradoja es que dedicó ocho años de su vida a buscar una leyenda: envejeció buscando la juventud.

A pesar de que para sus contemporáneos fue un ingenuo que arruinó su vida por creer en las historias de los indios, su nombre pasó a la historia como el primer occidental en descubrir y explorar la Florida.

Las brujas de Zugarramurdi

El lago de Sanabria

  • Autor: Diego Fernández. 1º Bachillerato C. Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero de 2021.
Lago de Sanabria

La leyenda del lago de Sanabria, lugar de Zamora, nos relata cómo surgió dicho lago. Es una de las leyendas más famosas, quizás por ser premonitoria de la catástrofe ocurrida en Ribadelago.

Las condiciones naturales, económicas y sociales de la comarca de Sanabria', con sus pueblos aislados, dispersos y pobres, constituyeron el caldo de cultivo ideal para desarrollar la imaginación popular y permitir que en la zona se extendiesen varias leyendas, como la del lago.

La leyenda cuenta que, un día cualquiera, en un invierno cualquiera, un peregrino apareció en la aldea de Valverde pidiendo limosna, pero nadie le dio nada. Aunque, eso sí, entró en una panadería pidiendo algo de comida y las bondadosas panaderas lo dejaron entrar en la sala del horno para que se calentara y comiera un trozo de pan recién horneado.

Esa masa de pan creció tanto que salió del propio horno. Las panaderas, sorprendidas por el suceso, escucharon de boca del peregrino que iba a enviar una inundación a la aldea por no haber en ella ningún alma caritativa que le hubiese dado limosna.

Y hoy en día, esa aldea es el lago de Sanabria. Lo único que se salvó fue el horno donde el peregrino pudo comer pan.

La papisa Juana

  • Autora: Iara Carmona, 1º Bachillerato BH, Curso 2020-2021.
  • Fecha: marzo de 2021.
  • Fuentes consultadas: Wikipedia.

La leyenda de papisa Juana trata de una mujer que ha ejercido el papado católico ocultando su verdadero sexo. Según la lista oficial de papas, correspondió al papa Benedicto III.

Los relatos sobre la papisa sostienen que Juana, nacida en el 822, cerca de Maguncia, Alemania, era hija de un monje. Según algunos cronistas tardíos, su padre, Gerbert, formaba parte de los predicadores llegados del país de los anglos para difundir el Evangelio entre los sajones.

La pequeña Juana creció metida en ese ambiente de religiosidad y erudición y, con el apoyo de su madre y a escondidas de su padre, tuvo la oportunidad de poder estudiar, lo cual estaba prohibido a las mujeres de la época. Juana pudo aprender griego, lo cual le permitía leer la Biblia, que por aquella época estaba traducida a muy pocos idiomas.

Juana se fue a Roma en 848 y allí obtuvo un puesto docente. Siempre disimulando su identidad, fue bien recibida en los círculos eclesiásticos, en particular en la Curia. A causa de su reputación de erudita, fue presentada al papa León IV y enseguida se convirtió en su secretario/a para los asuntos internacionales.

En julio de 855, tras la muerte del papa, Juana se hizo elegir su sucesora con el nombre de Benedicto III o Juan VIII.

El hombre del saco

El Hombre del saco
  • Autora: Cristina Centeno Muñoz, 4º ESO B, Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero de 2021.

El Hombre del saco es un asustador de niños, es un mito o argumento para asustar a los niños y obligar a que lleguen temprano a casa, también es un personaje folclórico que vaga por las calles cuando ya es de noche buscando a niños para meterlos en un saco y llevárselos a un lugar desconocido. Es similar al coco y al sacamantecas, personajes típicos del folclore español.

Boabdil y la conquista del reino de Granada

Boabdil
  • Autora: Noa Sánchez, 5ºC, Curso 2020-2021
  • Fecha: Febrero de 2021.
  • Fuentes consultadas: www.elbolardo.com; www.inmsol.com; granapedia.wikanda.es; www.torrehueca.com.

La mala vida que el rey Boabdil llevaba, según cuentan las historias de la ciudad, llevó a crear en Granada un importante amotinamiento. Debido a esta rebelión del pueblo, el rey no tuvo otra opción que refugiarse en una colina perdida. Es desde su cima desde donde seguía la evolución de los hechos y cómo se sublevaba su ciudad, y por ello hasta el día de hoy es conocida como la Silla del Moro.

Cuenta la leyenda que allá por el año 1492, cuando los Reyes Católicos conquistaron el reino de Granada y después de entregarles las llaves de la ciudad, el rey Boabdil, último rey de los moros, se rindió sin luchar.

Los Reyes Católicos exiliaron a Boabdil y levantaron su bandera de la España cristiana sobre las alturas de la Alhambra para mostrar la victoria y la rendición de los moros en España.

Se cuenta que de camino a su destierro en las Alpujarras, Boabdil no se atrevía ni a girar la cabeza hacia atrás. Una vez estuvo lejos, se paró en la colina ya conocida como ‘El Suspiro del Moro‘ y miró el palacio y toda la ciudad que acababa de perder a sus pies. En este último vistazo, cuentan las leyendas de Granada que suspiró y rompió a llorar. Y fue en ese momento en el que su propia madre, Ayesha, sorprendida y enfadada a la par que avergonzada se dirigió a él con el conocido:

“Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre”

Don Rodrigo y La Cava

  • Autora: Paula Aparicio, 5º C, Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero de 2021.
Florinda la Cava

Don Rodrigo, último rey visigodo, quien vivía en Toledo, tuvo el placer de conocer a Florinda La Cava, una joven bella, hija del conde de Ceuta Don Julián.

La muchacha había sido enviada de su parte a la Corte de Toledo para poder recibir una buena educación, aunque, según se cuenta, también era la encargada de limpiar al rey godo con un alfiler de oro, ya que este padecía de sarna.

En el mismo momento en que el rey presenció la hermosura de la chica, quedó perplejo y se enamoró de ella al instante. Así pues, el hombre comenzó a cortejarla, aunque sin mucho éxito. Poco a poco, sus sentimientos se fueron haciendo más fuertes, hasta llegar al punto de vigilarla. Un día, mientras la Cava se bañaba, Don Rodrigo la estaba contemplando sin que ella se percatara, hecho que hizo que su obsesión por Florinda aumentase por completo.

Batalla de Guadalete

Pero, para infortunio de Don Rodrigo, la hija de Don Julián no se sentía atraída por él de la misma manera y, tal y como se decía, su fama de mujeriego le pasó factura. Don Rodrigo acabó forzando a la joven, y esta, avergonzada y desolada, decidió enviar una carta a su padre llena de regalos, en la que escondió un huevo podrido. Don Julián, al ver su contenido, no tardó ni un segundo en vengarse, pues sabía el significado que el huevo tenía.

El conde de Ceuta se trasladó hasta Toledo para llevarse a su hija con la excusa de que su mujer estaba enferma, asegurando que, con tan solo ver a Florinda, la dama podría recobrar algo de salud.

Al llegar de vuelta a su ciudad de partida, negoció con los musulmanes y facilitó la entrada a la península Ibérica de las tropas de Táriq ibn Ziyad, general musulmán de Muza que se enfrentó a Don Rodrigo en el verano del año 711.

En la batalla de Guadalete, el rey español fue vencido por los musulmanes, quienes ocuparon la península.

De Don Rodrigo se dice que murió ahogado en el mismo río en el que fue destronado o que viajo hasta Portugal y se convirtió en ermitaño.

Bernardo del Carpio

  • Autores/as:
  • Fecha: Diciembre de 2019.

El destierro del Cid

  • Autores/as:
  • Fecha: Enero de 2020.

(Ver El destierro del Cid, contado por Alejandro Casona, en Flor de leyendas.)

Las mocedades del Cid

  • Autora: Aina Benedí. 1º Bachillerato C. Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero de 2021.

https://www.condadodecastilla.es/cultura-sociedad/epica-medieval/las-mocedades-de-rodrigo/

Rodrigo y Jimena

La leyenda de Las Mocedades del Cid centran en los inicios de la vida de Rodrigo Díaz, desde que era pequeño hasta que se convierto en el héroe que todos conocen como el cid campeador.

Esta leyenda se da en Castilla, bajo el reinado de Fernando I, quien nombró caballero a Rodrigo Díaz de Vivaz. Poco después de ese acontecimiento, el padre de Rodrigo (Diego Laínez) es humillado porque el arrogante conde Lozano, padre de Jimena, prometida del Cid, lo abofeteó públicamente, lo cual fue una gran deshonra para Diego Laínez. Así que este, como era viejo para lavar por sí mismo el baldón, decide pedirle a su hijo que matase al conde Lozano, para recuperar así su honra. Aunque Rodrigo sabe que eso hará peligrar su matrimonio con su Jimena, actúa en favor de su padre y mata en duelo al arisco conde.

Rodrigo, lleno de remordimientos, pidió a Jimena que lo matase para vengar la muerte de su padre, el conde Lozano. Pero ella es incapaz, pues lo ama. Y como tiene buena relación con el rey Fernando I, este decide desterrar a Rodrigo, con la condición de que le permitiría volver a Castilla si ganaba cinco batallas contra los moros. El Cid hace esta hazaña y los musulmanes comienzan a llamarlo Mio Cid (mi señor). Sus batallas fueron:

  1. La victoria sobre el moro Burgos de Ayllón, 
  2. La victoria sobre el campeón de Aragón por la posesión de Calahorra, 
  3. La defensa de Castilla de la conjura de los condes traidores,  
  4. La reposición en su sede del obispo de Palencia y 
  5. Su entrada en Francia.

Tras tantas victorias, Rodrigo regresa como Cid Campeador y se casa con Jimena.

La Jura de Santa Gadea

  • Autor/a: Mario Bernal Hernández, 5º C, Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero de 2021.
  • Fuentes consultadas:
 - https://es.wikipedia.org/wiki/Jura_de_Santa_Gadea	
 - https://www.ileon.com/historia/089775/la-falsa-jura-de-santa-gadea-y-el-origen-aristocratico-leones-del-cid-campeador		

La Jura de Santa Gadea es una leyenda medieval perteneciente al Cantar de Mío Cid, que trata sobre el juramento que el Cid obliga a hacer al rey Alfonso VI, rey de León, para poder fiarse de su inocencia ante la muerte de su hermano, Sancho II, rey de Castilla. El rey hace caso al Cid, ya que, si no jurase, él mismo no le sería fiel, así que jura en la Iglesia de Santa Gadea, a finales de 1072, en Burgos.

Tras obligar al rey a jurar en público, el Cid representaría los derechos de los castellanos, quienes no sentían demasiada simpatía por el rey leonés Alfonso, pasando también a ser paladín de la verdad y de la justicia.

En la película El Cid, rodada en 1961, hay un pequeño tramo referente a la jura de Santa Gadea:

REY ALFONSO: Rodrigo Díaz de Vivar, llamado el Cid, ¿por qué vos os negáis a mostrarme fidelidad?
EL CID: Señor, todos los aquí presentes, aunque no se atrevan a decirlo, abrigan la sospecha de que habéis
        tramado la muerte de vuestro propio hermano. A menos que probéis vuestra inocencia, nunca podréis contar
        con súbditos leales, y la duda destrozará vuestro reino, y en tanto sea así no puedo juraros fidelidad,
        ni aceptaros como soberano.
REY ALFONSO: ¿Cómo queréis que os demuestre mi inocencia?	
EL CID: Jurando sobre las Sagradas Escrituras.
REY ALFONSO: ¿Os atrevéis a decirme que jure? Está bien.
EL CID: ¿Juráis no haber ordenado la muerte del rey Don Sancho ni haber participado directamente en ella?
REY ALFONSO: Lo juro ante Dios.
EL CID: ¿Juráis igualmente que jamás habéis aconsejado que se le quitara la vida al rey Don Sancho.
REY ALFONSO: Lo juro también.
EL CID: ¿Y también juráis que no fuisteis el que proyectó la muerte del rey Don Sancho, ni teníais intención
        de hacerlo?	
REY ALFONSO: Lo juro.	
EL CID: Si hubierais jurado en falso, permita Dios que muráis del mismo modo que vuestro hermano, apuñalado
        por la espalda por mano de un traidor. Decid amén.
REY ALFONSO: Lleváis las cosas demasiado lejos, Rodrigo.	
EL CID: Decid amén.	
REY ALFONSO: Amén.

Después de haber tomado juramento a su señor el Rey, este, airado con su vasallo, ordenó su destierro y tardó un tiempo en reconciliarse con él.

El traidor Vellido (o Bellido) Dolfos

  • Autora: Esther Berrar Marín, 5ºC, Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero 2021.
  • Fuentes consultadas:

La leyenda de Vellido Dolfos trata fundamentalmente de dos hermanos, hijos del rey Don Fernando I el Magno. Este rey fallece y la herencia va a sus hijos. Don Sancho II el Fuerte, no contento con la herencia que le ha dejado a él, quiere quitársela a su hermana, la infanta Doña Urraca, ya que a ella le había dejado Zamora. Vellido Dolfos, salió de Zamora para reunirse con Sancho poniendo como excusa que iba a abandonar el bando de Doña Urraca y le enseñaría una puerta por la que podría acceder. Cuando se descuidó Sancho, Dolfos le atravesó las espaldas con una lanza, traicionando así su confianza.

Hay que decir que Sancho, rey de León, era hermano también de Alfonso VI de Castilla. Como era de bravo temperamento, Sancho entró en guerra con todos sus hermanos: con Urraca, señora de Zamora; con Alfonso, rey de Castilla; con Elvira, señora de Toro.

La traición de Dolfos acabó con el problema de familia, pero motivó la Jura de Santa Gadea, en la que Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, obligó al rey Alfonso a que jurara no haber tenido nada que ver en la muerte de su hermano. El rey lo hizo, pero después, como represalia, desterró al Cid de sus tierras.

Por otra tarde, Alfonso siempre tuvo una relación estupenda con su hermana Urraca, a la que consideraba su mejor consejera. Ella llegó a tener tanto poder que las malas lenguas difundieron rumores sobre los amores incestuosos entre los dos hermanos.

Los siete infantes de Lara

  • Autor: Carlos Bielsa Fernandez. 1º Bachillerato C. Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero 2021.
  • Fuentes consultadas:

Esta leyenda narra la traición que Rodrigo Velázquez, caballero castellano de la época del conde García Fernández, comete contra sus sobrinos, conocidos como los Siete infantes de Salas o de Lara.

Cuenta cómo Rodrigo Velázquez, debido a una serie de supuestas deshonras hechas a su mujer doña Lambra, trama una venganza contra sus sobrinos. En primer lugar, envía a su cuñado, Gonzalo Gustios, a Córdoba, donde es apresado por Almanzor y, a continuación, alista a sus sobrinos en una correría contra la frontera musulmana en tierras sorianas. Allí, en connivencia con las tropas cordobesas, Rodrigo Velázquez acaba abandonando a sus sobrinos a su suerte. Los siete infantes, tras un dura resistencia, mueren decapitados por las tropas musulmanas.

Mudarra

  • Autora: Ángela Chorén Campillo, 5ºC, Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero 2021.

Mudarra González es un personaje legendario que aparece en diversos romances, entre ellos el famoso Romance de los infantes de Lara. Antes de los romances, aparece originalmente en el cantar de gesta prosificado Los siete infantes de Lara, en la Primera Crónica General y en la Crónica de 1344.

Según la tradición, Mudarra era hijo de Gonzalo Gustios y de la hermana de Almanzor. A pesar de ser un hijo bastardo, recibe la comanda de vengar a sus hermanastros, los siete infantes de Lara, decapitados por don Rodrigo de Lara, también llamado don Ruy Vázquez o Rodrigo Velázquez (tío de los infantes), como castigo por la "supuesta" ofensa que estos le hicieron a su novia, doña Lambra de Bureba, el día de su boda.

El momento de la ejecución de don Rodrigo se concreta en el romance con un encuentro casual entre desconocidos, lo que da pie al duelo en el que Mudarra (aludido como Mudarrillo, por su condición social inferior) se vengue. Esta escena inspiró a su vez el Romance del infante vengador, que dice:

Los siete infantes de Lara, decapitados
   Helo, helo por do viene   el infante vengador,
caballero a la jineta   en un caballo corredor,
su manto revuelto al brazo,   demudada la color,
y en la su mano derecha   un venablo cortador;
con la punta del venablo   sacarían un arador,
siete veces fue templado   en la sangre de un dragón
y otras tantas afilado   porque cortase mejor,
el hierro fue hecho en Francia,   y el asta en Aragón.
Perfilándoselo iba   en las alas de su halcón.
Iba buscar a don Cuadros,   a don Quadros, el traidor.
Allá le fuera a hallar   junto al emperador,
la vara tiene en la mano,   que era justicia mayor.
Siete veces lo pensaba   si lo tiraría o no
y al cabo de las ocho   el venablo le arrojó;
por dar al dicho don Cuadros,   dado ha al emperador,
pasado le ha manto y sayo,   que era de un tornasol,
por el suelo ladrillado   más de un palmo lo metió.
Allí le habló el rey,   bien oiréis lo que habló:
—¿Por qué me tiraste, infante?   ¿Por qué me tiras, traidor?
—Perdóneme tu alteza,   que no tiraba a ti, no,
tiraba al traidor de Cuadros,   ese falso engañador,
que siete hermanos tenía   no ha dejado si a mí, no.
Por eso delante de ti,   buen rey, lo desafío yo.
Todos fían a don Cuadros   y al infante no fían, no,
sino fuera una doncella,   hija es del emperador,
que los tomó por la mano   y en el campo los metió.
A los primeros encuentros   Cuadros en tierra cayó.
Apeárase el infante,   la cabeza le cortó
y tomárala en su lanza   y al buen rey la presentó.
De que aquesto vido el rey   con su hija le casó.

Esta leyenda fue recreada por numerosos autores, entre otros, por el Duque de Rivas en El moro expósito.

La judía Raquel y el rey Alfonso VIII de Castilla

El Cristo de la Vega ("A buen juez, mejor testigo")

  • Autora: Ángela Chorén Campillo, 5ºC, Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero 2021.
El Cristo de la Vega

En Toledo, había dos amantes: Diego Martínez e Inés de Vargas. Ella era hija de un noble. Un día, el padre de la chica sorprendió al joven Diego Martínez en la habitación de su hija. La joven exigió que su ensuciado honor fuera borrado a través del matrimonio. El chico argumentó que iría a la guerra en Flandes en un mes, pero que regresaría pronto para casarse con ella.

Ella, entonces, le pidió juramento de que cumpliría su palabra ante el Cristo de la Vega:

   - Diego, ¿juras casarte conmigo?
   - ¡Sí, lo juro!

Ambos salieron del templo. Pasó el tiempo y Don Diego no regresó. Al tiempo, tras haber intervenido en asombrosas hazañas de guerra, fue ascendido a capitán de los Tercios. Finalmente, ocurrió el tan esperado regreso, pero el caballero había olvidado su promesa y la joven recurrió a la justicia para hacérsela cumplir. El gobernador pidió la presencia de don Diego Martínez, quien negó haber prestado tal juramento de boda con Inés de Vargas.

Desesperada, ella pidió al gobernador de Toledo, don Pedro Ruiz de Alarcón, que intercediera. Al llamar a testigos, Inés se atrevió a presentar un testimonio: el Cristo de la Vega.

Toda la corte y muchos espectadores acudieron en masa a la iglesia del Cristo de la Vega (donde se reunieron Miradero, Cambrón y Bisagra, la multitud del Tajo estaba en un caos) y se arrodillaron ante el Cristo. Después de preguntarle si había presenciado el juramento, se escuchó :

   - Sí, juro.

Y los testigos pudieron ver que los labios del Cristo se abrieron como si fuese él quien hubiera hablado, al tiempo que su mano se soltó de la cruz y se extendió.

Los dos amantes, impactados, ingresaron en un monasterio por separado para llevar vida religiosa.

La historia fue contada en verso por José Zorrilla, con el título "A buen juez, mejor testigo". Estos son los versos de la conclusión:

   Las vanidades del mundo		
renunció allí mismo Inés,	 	
y espantado de sí propio,		
Diego Martínez también.		
Los escribanos, temblando,		
dieron de esta escena fe,		
firmando como testigos	 	
cuantos hubieron poder.		
Fundóse un aniversario		
y una capilla con él,		
y don Pedro de Alarcón		
el altar ordenó hacer,	 
donde hasta el tiempo que corre,		
y en cada año una vez,		
con la mano desclavada		
el crucifijo se ve.

Leyendas gallego-portuguesas

El gallo de Barcelos

El gallo de Barcelos
  • Autora: Judith Gracia, 5ºC, Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero 2021.

La leyenda del gallo de Barcelos cuenta la historia de un peregrino gallego que había sido acusado por un delito ocurrido anteriormente.

En el pueblo no se encontraba ningún sospechoso, así que cuando llegó este peregrino, decidieron acusarle a él. El peregrino juraba, una vez tras otra, que él era inocente, pero la gente no lo creía, y así fue condenado a la horca. El peregrino pidió que lo llevasen ante un juez y, ante él, volvió a jurar su inocencia, pero seguían sin creerle, así que señaló un gallo asado que había y afirmó:

   - Es cierto que soy inocente y, como prueba, ese gallo cantará cuando vayan a ahorcarme. 

Y realmente pasó, cuando estaban a punto de ahorcarlo, el gallo se levantó de la mesa y cantó. El juez sacó corriendo de la horca al peregrino y ordenó que lo liberaran, dejándolo continuar su camino hacia Santiago de Compostela.

Años más tarde, el peregrino regresó a Barcelos y obligó a que se construyese un monumento en honor a San Tiago y la Virgen María.

El gallo de Barcelos es una de las leyendas más famosas de Portugal y se ha convertido en un símbolo del país y en uno de los recuerdos turísticos más vendidos de tierras lusitanas.

La leyenda de Inés de Castro

Inés de Castro
  • Autor: Alejandro Gracia Orce. 1º Bachillerato C. Curso 2020-2021.
  • Fecha: Febrero 2021.

Hace más de 650 años, una noble gallega, Inés de Castro, fue coronada reina después de haber muerto. Entre la historia y la leyenda, se encuentra este relato, en el que se mezclan el amor, el poder, la traición, la muerte y el deshonor. Un relato en el que el rey de Portugal, Pedro I, desenterró a su amada para que los nobles que le habían traicionado besaran su mano y rindieran honor a su esposa, la Reina cadáver. Ésta es la historia de un rey que amó a su reina con locura, además de convertirla en la única reina póstuma del mundo.

Inés de Castro nacía en el año 1325, en Monforte de Lemos, Lugo. Era de una noble familia gallega emparentada con los primeros reyes de Castilla. Era hija de Pedro Fernández de Castro, primer Señor de Monforte y nieto del rey Sancho IV.

Fue el padre de Pedro I quien ordenó la muerte de Inés mientras su hijo estaba de caza. Mandó que la mataran porque él no quería ni que se casaran ni que la convirtiera en reina, puesto que eran primos, pero sobre todo porque pertenecía a la nobleza gallego-castellana, enemiga del rey de Portugal.

Bibliografía, webgrafía

  • CALERO HERAS, José, "Tema 4. Literatura medieval", en Literatura universal. Bachillerato. Barcelona, Octaedro, 2009, pp. 54-76.
  • IBORRA, Enric, "Tema 3. Literatura medieval", en Literatura universal. Bachillerato. Alzira, Algar, 2016, pp. 54-84.
  • Brave, de Walt Disney, trabajo de Ainhoa Hernández y Lorena Bolívar. 1º Bachillerato BB. Curso 2019-2020.

Otras preguntas de la Wikimpace relacionadas con el tema: Edad Media española y europea

Otras preguntas de la Wikimpace relacionadas con el tema: siglo XV - Prerrenacimiento español y europeo

Edición, revisión, corrección

  • Primera redacción (diciembre 2017): Letraherido, Soraya Fuentes, Sabrina Yahi, Bianca Barbat, Clara Sancho, Marta Peláez.
  • Revisiones, correcciones: Letraherido