Trayectoria poética de Federico García Lorca (1898-1936): del neopopularismo al surrealismo

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   NOTA: Esta pregunta se formuló en la prueba PAU de Lengua castellana y literatura II de junio de 2015 con el enunciado: 
   "La poesía de Federico García Lorca".
   "Yo creo que el ser de Granada me inclina a la comprensión simpática de los perseguidos. Del gitano, del judío..., del morisco, que todos 
   llevamos dentro" (Federico García Lorca)
   “Nadie, ningún poeta entre los actuales españoles con tantos derechos como Federico García Lorca para ser pura y hondamente popular” 
   (Luis Cernuda).

Criterios específicos de corrección (Universidad de Zaragoza)

El estudiante deberá ofrecer un panorama coherente (aunque forzosamente escueto, dadas las mencionadas limitaciones de tiempo) acerca de la evolución de la poesía de Federico García Lorca.

Podría comenzar aludiendo a su temprano Libro de poemas, obra que muestra, al margen de su evidente impronta machadiana, una querencia por los metros y los temas de la poesía popular consolidada en otros libros compuestos entre 1921 y 1924 (especialmente, en las Canciones y en el Poema del cante jondo). Ya allí, la inspiración popular se hallaba tamizada por la peculiar estética de un autor siempre audaz en la invención metafórica y atento por igual a las novedades vanguardistas. Pero ese gusto por los temas populares y la capacidad para crear un universo simbólico propio cristalizarían, de hecho, en el Romancero gitano (escrito entre 1924 y 1927 y publicado un año después), que otorga a ese pueblo una condición mítica, confiriéndole al tiempo un destino trágico. Esta idea de lo trágico está también en sus dramas.

Poeta en Nueva York impone un nuevo rumbo a la evolución poética de Federico García Lorca, aunque su simpatía por los habitantes del Harlem rescate algo de ese interés perenne por los menos favorecidos. Esa simpatía es, a su vez, denuncia de los males de una sociedad anónima y desarraigada, cifrada en una urbe que sumerge a sus habitantes, y al propio poeta, en un estado de angustia, desasosiego y confusión. Así lo muestra un poemario edificado sobre un cúmulo de imágenes frenéticas, de tono apocalíptico y parcialmente inspiradas en esa atmósfera onírica, alucinada, que envuelve tantas de las obras artísticas (poéticas, pictóricas o cinematográficas) del Surrealismo.

Tras Poeta en Nueva York, García Lorca proyectó sus esfuerzos de manera prioritaria sobre el teatro, pero sus últimos libros poéticos revelan en parte la continuidad de esa armonía entre neopopularismo y vanguardia que caracteriza su obra, aplicada ahora a motivos diversos: la exploración de la herencia oriental en el Diván del Tamarit, la emoción elegíaca en el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías –obra en la que los metros populares se combinan con algunas imágenes de indudable inspiración surrealista-, o la concepción trágica del amor en los Sonetos del amor oscuro.

Las presentes indicaciones son, por supuesto, meramente orientativas. Una respuesta diversa, pero coherente, podrá merecer también la máxima calificación.

Por ejemplo, podrá empezar refiriéndose a los aspectos generales de la poesía de Lorca, como el tema del destino trágico (que comparte con sus dramas), la concepción del hecho poético como suma de inspiración y arte, o la combinación de lo culto y lo popular, común a otros escritores de la generación del 27 como Rafael Alberti. Asimismo, se tendrá en cuenta, para valorarlo positivamente, que el alumno cite libros lorquianos que han sido editados muy avanzado el siglo XX, como Suites (que corresponde a su primera etapa poética) y Sonetos del amor oscuro (correspondiente a la última).

Contexto histórico y cultural de la Generación del 27

La Generación del 27 se forma y desarrolla antes de la Guerra Civil, durante los años 20 y 30 del siglo XX. Los años 20 se viven culturalmente como un periodo de optimismo en toda Europa, marcados por el carácter rompedor de las vanguardias y de la vida moderna. En Estados Unidos son también los años del jazz. Pero todo este periodo de alegría y apertura termina con el "crack" de Wall Street de 1929, lo que minó la confianza en el capitalismo en todo el mundo.

Los jóvenes artistas e intelectuales españoles parecen desentenderse de la crisis de nuestra patria (las consecuencias del Desastre de 1898) y viven también, como sus colegas europeos, de espaldas a la realidad: la horrible dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930). Pero a finales de los años veinte, los conflictos sociales se intensifican. Entonces, los artistas creen que la literatura ha de acercarse a los problemas reales de la gente. Los jóvenes de esta generación convivieron desde los felices veinte a los sombríos treinta. En la década de los treinta es cuando se produce en toda Europa el auge del fascismo y el nazismo, los regímenes totalitarios que llevarán al continente a la Segunda Guerra Mundial, la guerra que más muertos ha producido en toda la historia de la humanidad (más de 55 millones).

Breve repaso biográfico: Federico García Lorca (1898-1936)

Nació en Fuente Vaqueros (Granada) en 1898. Estudió en Madrid y vivió en la Residencia de Estudiantes, donde inició los estudios de Música, Derecho y Letras. Allí conoció a y se relacionó con Juan Ramón Jiménez, Dalí, Buñuel o Manuel de Falla, también con otros poetas de su generación. Participó activamente en las campañas educativas de la Segunda República española, por ejemplo llevando el teatro clásico a los pueblos con su grupo La Barraca. Conoció el éxito como poeta y dramaturgo, tanto en España como en Hispanoamérica, adonde viajó. Fue fusilado al comienzo de la Guerra civil española, en 1936, en el barranco de Víznar, cerca de su Granada natal, por las fuerzas franquistas.

La personalidad de Lorca ofrece una doble cara: por un lado, su vitalidad y su simpatía arrolladora; por otro, un dolor de vivir y un sentimiento de frustración, relacionado en parte con sus pulsiones homosexuales y también con su insatisfacción vital y personal.

Hoy día, podríamos decir que es indiscutiblemente el poeta español más conocido y leído en el mundo, gracias tanto a su personalidad de juglar moderno y sus temas populares como a su asesinato trágico y su incomprensible martirio en 1936. Sus obras poéticas más conocidas son el Poema del cante jondo y el Romancero gitano. Y entre su teatro, lo más popular son las tragedias: Yerma, La casa de Bernarda Alba y Bodas de sangre.

Evolución poética de Federico García Lorca

Como artista total que era, Federico estaba en continua evolución. Su trayectoria se parece a la de otro genial poeta andaluz, Rafael Alberti, quien expresó así su idea de la poesía como fusión entre lo nuevo y lo viejo, entre tradición y vanguardia:

   “El surrealismo se encontraba precisamente en lo popular, en una serie de maravillosas retahílas, coplas, rimas extrañas en las que, sobre     
   todo yo ensayé apoyarme para correr la aventura de lo para mí hasta entonces desconocido”. (Rafael Alberti, “La poesía popular en la lírica 
   española contemporánea”, en Prosas encontradas. Edición deRobert Marrast, Madrid, Ayusto, 1973, p. 128.)

Federico, como Alberti, pasará también por una etapa surrealista, pero en él estará siempre presente el peso de la poesía popular, la raíz de su tierra andaluza.

Libros poéticos de Federico García Lorca

Título                              Fecha de composición      Fecha de edición
* Libro de poemas                     1918-1920                 Madrid, Maroto, 1921.
* Poema del cante jondo               Nov. 1921                 Madrid, Ulises, 1931.
* Primeras canciones                  1922                      Madrid, Héroe, 1935.
* Canciones                           1921-1924                 Málaga, Litoral, 1927.
* Romancero gitano                    1923-1927                 Madrid, Revista de Occidente, 1928.
* Poeta en Nueva York                 1929-1930                 México, Séneca, 1940.
* Llanto por Ignacio Sánchez Mejías   1934                      Madrid, Cruz y Raya, 1936.
* Diván del Tamarit                   1932-1936                 Buenos Aires, Losada, 1940.

Primera etapa - Época de juventud y formación

La primera etapa de Lorca, corresponde al Neopopularismo de la Generación del 27, una poesía influenciada por la lírica tradicional y el canto popular. Esta es la etapa de juventud: En 1921 se ve influido por las tendencias modernistas y populares. Su estilo es indeciso y poco definido, nos muestra una poesía superficial, infantil y egocéntrica.

Las obras de esta etapa son:

  • Libro de poemas (1921): Con un valor adolescente, expresa su rebeldía contra la norma social y moral, muestra un amor sin esperanza destinado a la tristeza. Evoca con nostalgia su infancia como un <<paraíso perdido>>. Escrito bajo la influencia de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.
  • Suites (obra empezada en 1920, seguida en la Residencia durante 1923 y publicada en 1983): Los temas son la muerte y el tiempo, todo esto expresado con un tono pesimista.

Segunda etapa - Época neopopularista

Lorca se inventa todo un universo, el universo lorquiano, y unos temas centrales que son: Andalucía y el mundo gitano. Hace una investigación afectiva de la cultura gitana, personifica vicios y virtudes humanas, introduce metáforas propias. Además, todo este universo esta cargado de todo tipo de simbolismos (luna, navajas, sangre... ) también usa los tres ríos principales del Sur (el Dauro, el Genil y el Guadiana) como símbolos. Muestra dos Andalucías distintas: Sevilla, alegre y Granada, seria.

Las obras de esta etapa son:

  • Poema del cante jondo (1921): Expresa su dolor de vivir a través del dolor que rezuman los cantes "hondos" de su tierra. En el poemario, utiliza el poeta el pie quebrado (verso de cinco o menos sílabas que se intercala entre dos o varios más largos). Son poemas cortos que pueden leerse como poemas independientes o como fragmentos de uno largo, encadenados unos a otros.
  • Oda a Dalí (1926): publicada en la Revista de Occidente (revista donde participaban muchos compañeros de generación, dirigida por José Ortega y Gasset) en el año 1925; en este poema es apreciable el lado surrealista del poeta.
  • Canciones (1927): Publicadas antes que el Romancero para poder observar su madurez. Utiliza la ironía, el humor y la ternura, pero sin perder nunca la idea de un destino fatal.
  • Romancero gitano (1928): En la misma línea neopopularista que el Poema del cante jondo. Está compuesto por 18 romances. El protagonista es el gitano, que simboliza el hombre puro e inocente, enemistado con las leyes y las normas sociales, representadas por la Guardia Civil (su antagonista).

Tercera etapa - Época surrealista

Entre 1929 y 1930, Lorca está en Nueva York como becario; allí, su estilo da un gran giro. En su obra Poeta en Nueva York, trata dos terrenos distintos: la metrópolis y el propio yo, además de abrirse al verso libre. El poeta se ahoga en aquel mundo que convierte al hombre en una pieza de un gran engranaje. Con procedimientos claramente surrealistas, Lorca alza el grito en pleno crack del 29 y su protesta contra aquella colmena inhumana; los negros, en especial, merecen respeto y trato humano.

Otras obras de esta etapa son:

  • Divan del Tamarit: Se inspira en la poesía árabe clásica y lo escribe en homenaje a los poetas árabes de Granada.
  • Llanto por Ignacio Sánchez Mejías: La elegía por la muerte de un torero amigo suyo. Algunas personas creen que es alegórico (premonición alegórica de la Guerra Civil, el fin de la República y la toma del poder por las fuerzas franquistas). Otros lo sitúan en el terreno de lo puramente biográfico. Hay una combinación de lo popular y lo culto, el ritmo del romance alternado con versos largos y la expresión directa de imágenes de aire surrealista.
  • Sonetos del amor oscuro (1935-1936, publicados en el 84, muchos años después de su asesinato): La última obra poética importante de Lorca. Los sonetos son la expresión de un erotismo homosexual dramático (experiencia amorosa personal) , en los que combina un tema tabú con las formas clásicas. Vicente Aleixandre habló sobre el sentido de «oscuro» en el título del poemario:
   «amor de la difícil pasión, de la pasión maltrecha, de la pasión oscura y dolorosa, no correspondida o mal vivida, pero no quiere decir 
   específicamente que era amor homosexual... Oscuro por el siniestro destino del amor sin destino, sin futuro».
   “Me leía sus Sonetos del amor oscuro, prodigio de pasión, de entusiasmo, de felicidad, de tormento, puro y ardiente monumento al amor, en 
   que la primera materia es ya la carne, el corazón, el alma del poeta en trance de destrucción. Sorprendido yo mismo no pude menos que      
   quedarme mirándole y exclamar: «Federico, ¡qué corazón! ¡Cuánto ha tenido que amar, cuánto que sufrir!» Me miró y se sonrió como un niño.
   Al hablar así no era yo probablemente el que hablaba.
   Si esa obra no se ha perdido; si para honor de la poesía española y deleite de las generaciones hasta la consumación de la lengua, se     
   conservan  en alguna parte los originales, cuántos habrá que sepan, que aprendan y conozcan la capacidad extraordinaria, la hondura y la  
   capacidad sin par del corazón de su poeta”.

Por su parte, Francisco Umbral ha comentado de Federico:

   “Él será siempre un artista de lo oscuro sin otro camino de comprensión y comunicación que el conocimiento poético. Él está       
   irremediablemente ligado a las potencias sin nombre. Él no pertenece a las esbeltas fuerzas de lo apolíneo, sino a la turbia élite de            
   lo dionisíaco”

El Romancero gitano (1928), de Federico

Ya que el Romancero gitano es de lectura obligatoria este curso, vamos a dedicar un apartado específico en esta pregunta a dicha obra, una de las más importantes de la producción lorquiana, junto con Poeta en Nueva York.

El Romancero gitano fue escrito entre 1924 y 1927 y se publicó en 1928. Su título alude a la forma de los poemas y a los personajes protagonistas. El libro está compuesto exclusivamente de romances, estrofa con un número ilimitado de versos octosílabos en la que riman en asonante los pares y quedan sueltos los impares. Romancero, entonces, implica colección de romances. Y gitano es una alusión evidente a la condición étnica de sus protagonistas.

El Romancero gitano de Lorca pertenece a su etapa neopopularista, es decir, a la época en que se dedicó a reelaborar, desde una perspectiva culta, la poesía popular. Y el romance es, sin duda, una estrofa de origen popular, así como el octosílabo, que suele considerarse el verso más castizo de la tradición española y el que mejor se adapta a su fonética y sonoridad. Pero Lorca, como todos los del veintisiete, era un admirador de Góngora y Lope, de la tradición barroca española. Así que se adscribe más bien al Romancero nuevo, culto y de autor, antes que al Romancero viejo, antiguo, tradicional, colectivo. Lorca, como antes Góngora, parte de una forma popular, pero crea poesía culta, artificiosa, elaborada, basada en la metáfora, el símbolo y la imagen visionaria.

Por otra parte, si bien los gitanos, perseguidos y marginados, son el personaje colectivo que cohesiona temáticamente los romances, el espacio donde viven es Andalucía. El propio Lorca dijo sobre su poemario que era un libro sobre Andalucía y que lo llamaba gitano, porque lo gitano era la cosa más pura, auténtica y profunda de su tierra. El gitano es

"el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad, andaluza y universal".

A medida que el poemario fue adquiriendo fama, los lectores atribuían al propio autor la condición gitana, lo que no gustó al poeta, que no quería ser encasillado (Borges, por ejemplo, dijo de él que era "un andaluz profesional"). Lorca insistía una y otra vez en que él no era gitano y que, para él, "Los gitanos son un tema y nada más", del mismo modo que, años más tarde, los negros de Harlem que aparecen en Poeta en Nueva York solo son el eje conductor que da voz a los marginados. Los gitanos son, por tanto, el sujeto poemático del Romancero..., punto. No son gitanos de carne y hueso, son seres idealizados porque Lorca ve en ellos la esencia del pueblo andaluz, un grupo de gentes anticonvencionales, primitivas, naturales, violentas y transgresoras. Es por ello por lo que su destino es la frustración o la muerte, porque son inadaptados, como el propio poeta.

Lorca mitifica a los gitanos sobre el deseo de libertad que persiguen y contra la opresión a que los sometemos los payos. Pero finalmente sucumben, a pesar de su fuerza y sus ganas de vivir, ante la fuerza incontrolable de la "pena negra". El gitano es, así, un ser trágico, vitalista, mítico. Su amor desemboca casi siempre en el mundo natural del sexo y el deseo. Los "otros", especialmente los guardias civiles, se convierten para él en los opresores de sus derechos y su prestigio, en los verdugos que derraman su sangre. En sus eternos antagonistas. Pero el gitano es valiente y arrostra su destino trágico, aunque sucumba a su fatum, del que no puede escapar.

Bibliografía, webgrafía

NOTA: La bibliografía sobre la generación del 27 puede encontrarse en las preguntas de la Wikimpace
"La Generación del 27: cohesión grupal y nómina de autores" y
"La «poética» de la Generación del 27: entre tradición y vanguardia". 

Trabajos de los alumnos

NOTA: Los trabajos de los alumnos sobre la generación del 27 pueden encontrarse en las preguntas de la Wikimpace
"La Generación del 27: cohesión grupal y nómina de autores" y
"La «poética» de la Generación del 27: entre tradición y vanguardia". 

Edición, revisión, corrección

  • Primera redacción (octubre 2017): Alba Barbó y Elena Sevil. Segunda redacción (octubre 2019): Claudia Raufast y Rebeca Aineto.
  • Revisiones, correcciones: Letraherido