Segunda videoconferencia del programa Ciencia Viva
El 16 de diciembre se realizó, por segunda vez, una videoconferencia entre el IES Avempace y el IES Ángel Sanz Briz de Casetas, emitida esta vez desde nuestro centro.
La conferencia, titulada La Genética en el siglo XXI, corrió a cargo de Dña. Pilar Zaragoza, catedrática de Genética, Vicerrectora de la Universidad de Zaragoza y Directora de Langebio.
Condiciones técnicas
Por si la información pudiera servir a alguien, a continuación se exponen las condiciones teécnica necesarias para llevar a cabo una videoconferencia de este tipo con ciertas garantías de éxito.
Hay que diferenciar los recursos usados para la conferencia presencial de los necesarios para la videoconferencia. La conferencia presencial, como todas de un tiempo a esta parte, requerirá el uso de un ordenador, un proyector y tal vez un equipo de amplificación de sonido. Estas cuestiones están normalmente resueltas en todos los centros.
Centro emisor
La videoconferencia, además, requiere en el centro emisor de:
- Un asesor técnico que sepa lo que hace.
- Una conexión de banda ancha con la suficiente capacidad.
- Un ordenador (portátil por su comodidad para emplazarlo en cualquier sitio) conectado a la red por medio de Wifi (las wikis de útlima generación soportan un gran ancho de banda) o cable Ethernet.
- Webcam y micrófono (a veces integrado en la webcam), independientes o integrados en el ordenador portátil.
El ordenador con la cámara y el micrófono se colocarán cerca del conferenciante; a éste se le limitará la libertad de movimiento para evitar que se salga de cámara.
Como queremos que los alumnos del centro receptor vean la pantalla con el PowerPoint, habrá que componer el plano para que se vea tanto al conferenciante como, tras él o a su lado, la proyección.
La cuestión técnica más importante, crítica incluso, es la calidad del sonido. Ningún espectador podrá centrar su atención en la conferencia a lo largo de una hora si el sonido es deficiente. En cambio la imagen puede ir a saltos, verse pixelizada o incluso desaparecer, porque si el sonido es de calidad y el contenido interesante, el oyente seguirá la charla como quien escucha un programa de radio.
Respecto al sonido, es posible que el conferenciante se gire para mirar la pantalla en la que se proyecta el PowerPoint; durante unos segundos el volumen de sonido bajará o no se escuchará en absoluto. Para estos casos, la solución consiste en dotarle de un micrófono de corbata conectado a una estación receptora de radio, conectada a su vez a la toma de sonido inline del ordenador (y, si se quiere, además al equipo de megafonía de la sala).
Opcional. No es obligatorio que se vea en el centro emisor la imagen de los alumnos que escuchan la videoconferencia desde el centro receptor, pero sí parece conveniente que se les escuche, para que participen en el turno de preguntas. Para que el conferenciante escuche sus preguntas, y sus aplausos, bastarán los altavoces del ordenador portátil, o unos altavoces externos pequeños. Para proyectar su imagen, cosa que no es imprescidible, hará falta un cañón proyector distinto del que se usa para proyectar el PowerPoint del conferenciante. Ya puestos, lo suyo sería proyectar su imagen en una pared, mirando en la dirección en que está el conferenciante.
Centro receptor
La videoconferencia requiere en el centro receptor de:
- Un asesor técnico que sepa lo que hace.
- Una conexión de banda ancha con la suficiente capacidad.
- Un ordenador conectado a la red por medio de Wifi o cable Ethernet.
- Un cañón proyector y un equipo de megafonía que emitan la imagen y el sonido de la conferencia. Basta para esto la instalación habitual en los salones de actor.
Si además se quiere intervenir con voz y enviar la imagen al centro emisor:
- Webcam y micrófono (a veces integrado en la webcam), independientes o integrados en el ordenador portátil.
Nota bene. Normalmente no hay equipos de este tipo instalados de forma permanente en los centros, ni los profesores que gestionan la conferencia saben usarlos. A todo lo anterior hay que añadir, además, unas horas de preparación por parte del asesor técnico, para instalar y probar los equipos, en coordinación con el asesor técnico del centro receptor; y un buen rato para recoger los equipos tras la videoconferencia, con el fin de evitar pérdidas y despistes de un material tan sensible. Es decir, hacen falta horas de trabajo, algunas justo antes y después de la videoconferencia, que no siempre coinciden con el horario disponible de los profesores y asesores implicados.

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