La narrativa francesa: François Rabelais (1494-1553): ''Gargantúa'' y ''Pantagruel''

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Vida de François Rabelais

François Rabelais


François Rabelais fue hijo de Antoine Rabelais, abogado en Chinon y senescal de Lerné. Recibió formación teológica, pues era novicio hacia 1510 en el monasterio de Cordeliers de la Baumette. Cursó estudios en la abadía benedictina de Seuilly. Después, marchó al convento franciscano de Puy-Saint-Martin, en Fontenay-le-Comte, donde profesó como monje franciscano hacia 1520.

Manifestó pronto una curiosidad típicamente humanista. Rabelais se interesaba por los autores antiguos y mantenía correspondencia con otros humanistas célebres de su tiempo, entre ellos Erasmo de Rotterdam. Su espíritu libre le hizo abandonar la orden franciscana en 1524, al confiscarle sus libros de griego y cuestionar sus lecturas sus superiores. Regresó entonces con los benedictinos y fue nombrado secretario del obispo Geoffroy d'Estissac. Se relacionaba por aquellos años con el círculo del poeta Jean Bouchet, a quien envió una carta versificada, su primer escrito conocido en francés.

Hacia 1528, se secularizó para dirigirse a diversas universidades. En París, comenzó estudios de medicina y tuvo dos hijos ilegítimos. Desde 1530, frecuentó como alumno la facultad de medicina de Montpellier; a pesar de no tener el título de médico, ya se le reconocían grandes méritos.

En 1532, se trasladó a Lyon, donde practicó la medicina y publicó una reedición de los Aforismos del médico griego Hipócrates. Escribió, además, algunos almanaques populares sobre astrología. Lyon era un gran centro cultural donde florecía el comercio librero y con estas obras quería Rabelais ganarse su buen dinero. En noviembre de 1532, fue nombrado médico del hospital de Notre-Dame de la Pitié du Pont-du-Rhône (Lyon). También enseñaba medicina y publicó unas críticas de tratados médicos de la Antigüedad. Sus amigos Étienne Dolet (1509-1546), Mellin de Saint-Gelais (1491-1558), Jean Salmon Macrin (1490-1557) eran protegidos por el obispo de París, Jean du Bellay, quien será también protector de Rabelais.

Rabelais publicó, en 1532, su Pantagruel, que conoció un gran éxito. En él se describía, con humor y todo tipo de excentricidades, la vida de un gigante de un apetito tan voraz que ha dado forma a la expresión «banquete pantagruélico»; parece ser que Rabelais quiso componer este libro para distraer la melancolía de sus enfermos del hospital. En 1534, publicó Gargantúa, con el mismo seudónimo que su primer libro.

Entre agosto de 1535 y mayo de 1536, Rabelais pasará todavía un tiempo en Roma como servidor del obispo Geoffroy d'Estissac. El 17 de enero de 1536, un breve del papa Pablo III autoriza a Rabelais a marchar a un monasterio benedictino de su elección y a ejercer la medicina sin practicar operaciones quirúrgicas.

En 1539, Rabelais partió para Turín siguiendo a su señor, el ya cardenal Jean du Bellay, señor de Langey y gobernador del Piamonte.

En 1540, François y Junie, hijos bastardos de Rabelais, son legitimados por Su Santidad Pablo III.

El 9 de enero de 1543, el señor de Langey muere en Saint-Saphorin y Rabelais es designado para conducir su cuerpo a Le Mans, donde es inhumado. El 30 de mayo siguiente, también fallece el obispo Geoffroy d'Estissac, así que Rabelais se queda sin valedores.

En 1545, Rabelais obtiene un privilegio real para la impresión del tercer libro, que edita en 1546 y firma con su propio nombre.

En marzo de 1546, Rabelais se retira a la ciudad francesa de Metz y es nombrado médico de la villa.

En 1548, once capítulos del cuarto libro son publicados; la versión íntegra aparecerá en 1552.

En 1550, Rabelais obtiene del rey un privilegio de edición para todas sus obras, con interdicción para quienquiera que las imprima o modifique sin su consentimiento.

En marzo de 1552, el cuarto libro es censurado por los teólogos.

En 1553, Rabelais cede sus derechos a los curatos y muere en París, en abril, a la edad de 58 años.

En 1562, se publica La Isla Sonante, que comprende 16 capítulos del quinto libro, el cual será publicado íntegramente en 1564 y atribuido a Rabelais, atribución que numerosos comentadores discutieron.

Gargantúa y Pantagruel

Gargantúa y Pantagruel

Gargantúa y Pantagruel es un conjunto de cinco novelas escritas en el siglo XVI por François Rabelais, en francés. Narran la historia de dos gigantes: un padre, Gargantúa, y su hijo, Pantagruel, y de sus aventuras, escritas de forma satírica, entretenida y extravagante. Hay gran crudeza y mucho humor escatológico, además de una buena dosis de violencia. Largas listas de insultos vulgares llenan varios capítulos.

Argumento

Su argumento recoge las distintas aventuras y anécdotas de los gigantes; gran parte del texto tiene como personaje principal a un clérigo vagabundo, llamado Panurgo, con el cual Pantagruel realiza un viaje en busca del oráculo de la Divina Botella.

Género

Se trata de una obra inclasificable, podríamos catalogarla como una parodia grotesca de las novelas de aventuras. Los gigantes eran personajes folclóricos, pero también aparecían en libros de caballerías . Aquí, ya no son seres monstruosos y malvados, han pasado a ser seres bonachones, pacíficos.

Estructura

Los cinco libros que forman Gargantúa y Pantagruel son:

  • "Pantagruel", 1532; las hazañas y hechos horribles y espantosos del muy renombrado Pantagruel, Rey de los Dipsodas, hijo del gran gigante Gargantúa.
  • "Gargantúa", 1534; la muy horripilante vida del gran Gargantúa.
  • "El tercer libro", 1546; libro de los hechos y dichos heroicos del noble Pantagruel, compuesto por Don François Rabelais, doctor en Medicina.
  • "El cuarto libro", 1552. En 1548, ya habían sido publicados once capítulos de este cuarto Libro; poco después de su aparición completa, el 1 de marzo de 1552, el libro fue censurado por los teólogos.
  • "El quinto libro", publicado póstumamente en 1564; último libro de los hechos y dichos heroicos del buen Pantagruel.

Temas

Pantagruel y Gargantúa son gigantes bondadosos y glotones. La infinita glotonería de los gigantes abre puerta a numerosos episodios cómicos. Así, por ejemplo, el primer grito de Gargantúa al nacer es: "¡A beber, a beber!". El recurso a los gigantes permite también trastocar la percepción normal de la realidad; bajo esta óptica, la obra de Rabelais se inscribe en el estilo grotesco, propio de la cultura popular y carnavalesca.

Las intenciones últimas de Rabelais resultan bastante enigmáticas. En el "Aviso al lector" de Gargantúa, dice querer ante todo hacer reír. Pero en el "Prólogo", sugiere una intención seria y un sentido profundo oculto tras el aspecto grotesco y fantástico de la obra; sin embargo, luego avanza el texto y, en la segunda mitad del prólogo, critica a los comentaristas que buscan sentidos ocultos en las obras.

En conclusión, Rabelais quiere dejar perplejo al lector y busca la ambigüedad para perturbarlo.

Bibliografía, webgrafía

  • CALERO HERAS, José, "Tema 5. Renacimiento y Clasicismo", en Literatura universal. Bachillerato. Barcelona, Octaedro, 2009, pp. 77-106.
  • IBORRA, Enric, "Tema 4. Los siglos XVI y XVII: del Renacimiento al Barroco", en Literatura universal. Bachillerato. Alzira, Algar, 2016, pp. 85-110.

Trabajos de los alumnos

  • François Rabelais-1, PPoint de Diego Hernández y Sergio Betrán. 1º Bachillerato D. Curso 2015-2016.

Edición, revisión, corrección

  • Primera redacción (diciembre 2016): Sandra G.
  • Revisiones, correcciones: Letraherido