La prosa española en el siglo XVI. Las formas narrativas

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Revisión de 19:57 2 feb 2019 por Letraherido (Discusión | contribuciones) (La prosa de ficción: las formas narrativas del siglo XVI)

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La prosa de no-ficción: didáctica, historia y religión

El auge de la prosa en la lengua castellana se produce en cuatro direcciones:

  • 1. La prosa didáctica, que busca el perfeccionamiento del hombre y de la sociedad con una reforma en ella. Uno de los autores más destacados de este tipo de prosa es Juan de Valdés (1499-1541), autor de Diálogo de la lengua (1535). Otro autor relevante es fray Antonio de Guevara, con su obra Menosprecio de corte y alabanza de aldea, donde proclama el retorno a la naturaleza. He aquí un fragmento de la obra:
   "Quédate adiós, mundo, pues no hay que fiar de ti ni tiempo para gozar de ti; porque en tu casa, ¡oh, mundo!, lo pasado ya pasó, lo presente entre las manos se pasa, lo por venir aún no comienza,
lo más firme ello se cae, lo más recio muy presto quiebra y aun lo más perpetuo luego fenece; por manera que eres más difunto que un difunto y que en cien años de vida no nos dejas vivir una hora."
  • 2. La prosa histórica, que nace del interés expansionista de esta época y de las perspectivas que se crean a raíz de la conquista de América. El autor más representativo es el Padre Mariana, con su Historia de Indias.
  • 3. La prosa religiosa, en la que se ve claramente la influencia religiosa de la época y la cual tiene una finalidad formativa. Destacan fray Luis de León, con La perfecta casada (tratado sobre las virtudes de la buena mujer cristiana) y santa Teresa de Jesús con Camino de perfección (un manual de consejos devotos dirigidos a las monjas).
  • 4. La prosa narrativa, que tiene gran importancia en este siglo, manteniendo y modificando diversas formas de relato del siglo XV como los libros de caballerías, de ficción sentimental y de aventuras. También nacen algunos géneros nuevos y obras de entretenimiento, todo ello a consecuencia de que la prosa narrativa va teniendo cada vez más éxito y aumenta cada vez más el número de lectores, debido sobre todo al auge de la imprenta, que abarató considerablemente los costes de edición de los libros y los puso al alcance de una gran mayoría de lectores. El desarrollo de la imprenta es paralelo al aumento de la alfabetización de una cada vez mayor parte de la población.

De este cuarto tipo de prosa, la de ficción, hablamos por extenso en el apartado siguiente.

La prosa de ficción: las formas narrativas del siglo XVI

A medida que el Renacimiento se desarrollaba, también se fueron desarrollando dos grandes tendencias narrativas:

  • La narrativa idealista, que trata sobre relatos aventureros y relatos fantásticos.
  • Y la narrativa realista, muy llamativa sobre todo por cómo se describe a los personajes y los ambientes.

Dentro de la tendencia idealista, encontramos cuatro tipos de novela

  • Los libros de caballería: este tipo de novela tuvo bastante éxito en siglos anteriores, los libros de caballería continúan teniendo la misma forma que Garci Rodríguez de Montalvo da a Amadís de Gaula en el año 1508.
  • La novela corta italiana: este tipo de novela lleva bastante intriga y suele tratar temas trágicos o burlescos. Esta novela fue adaptada finalmente por Cervantes.
  • La novela pastoril: Este tipo de novela se inspira en obras de la literatura clásica. Entre las obras más representativas de este género destacan:
  1. Los siete libros de la Diana de Jorge de Montemayor.
  2. La Diana enamorada de Gaspar Gil Polo.
  3. La Galatea de Cervantes.
  4. La Arcadia de Lope de Vega.
  • La novela bizantina: imita un género narrativo griego y descubre el viaje que tienen los protagonistas. En este tipo de novela destaca Selva de aventura (1565) de Jerónimo de Contreras. Este género pervive hasta el siglo XVII, con Lope de Vega.
  • La novela morisca: Este tipo de novela tiene sus antecedentes en los romances fronterizos y desarrolla historias de amor entre moros y cristianos al final de la Reconquista.

Por otra parte, la narrativa de carácter realista se muestra claramente con El Lazarillo y El Quijote. He aquí un fragmento de El Lazarillo:

"Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada."

Bibliografía, webgrafía

  • Alonso, Santos y otros: Lengua castellana y literatura. 1º Bachillerato. Barcelona, Casals, 2016, tema 10 "El Renacimiento: la poesía", pp. 201-225.

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  • Carlos I (1500-1558). Trabajo de Aarón Fernández y Jorge Otín. 1º Bachillerato A. Curso 2016-2017.

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Miguel de Cervantes Saavedra y el Quijote

Edición, revisión, corrección

  • Primera redacción (enero 2019):
  • Revisiones, correcciones: Letraherido.