Jorge Manrique (1440-1479) y las ''Coplas a la muerte de su padre''

De Wikimpace
Saltar a: navegación, buscar

Jorge Manrique es, con sus Coplas a la muerte de su padre, el poeta más destacado de la corriente de poesía moral y grave del siglo XV. Fue un hombre de armas y letras, al modo renacentista, y un discreto poeta cancioneril que no habría destacado en la historia de la literatura de no haber sido por la escritura de esta elegía dedicada a su padre, don Rodrigo de Manrique, maestre de Santiago.

Jorge Manrique (1440-1479), hombre de armas y letras

Monumento a Jorge Manrique en Paredes de Nava

Jorge Manrique nació en Paredes de Nava, Palencia (1440). Era hijo de don Rodrigo Manrique y de doña Mencía de Figueroa, de ilustre linaje castellano. Su familia, bajo el reinado de Juan II (1406-1454), combatió contra el Condestable don Álvaro de Luna, valido del rey que quería aumentar el poder de la Corona a costa de recortar las prerrogativas de los nobles.

Manrique nació en ese ambiente guerrero y de intrigas palaciegas. También frecuentó los círculos artísticos de la época y tuvo contacto con las letras gracias a su tío, Gómez Manrique, famoso poeta y dramaturgo. La afición a las armas y las letras le dio esa característica imagen renacentista de soldado-poeta, como también lo fueron el marqués de Santillana y Garcilaso de la Vega.

Jorgue Manrique perdió la vida en abril de 1479, en el asalto al castillo de Garcimuñoz, en poder de las tropas rebeldes del marqués de Villena.

La producción poética de Jorge Manrique fue más bien escasa (también es verdad que vivió poco). Solo se conservan cincuenta composiciones suyas, donde aborda los tres grandes temas de la poesía de su tiempo: el amor,la sátira y la reflexión moral.

  • En la poesía amorosa, Manrique repite los tópicos de la lírica provenzal, no es nada original: el amor es un servicio desinteresado que el caballero presta a la dama; el caballero se mantiene en ese estado de servidumbre feudal característico de la lírica provenzal y se somete a un sinfín de sacrificios que soporta con placer; el continuo penar en que vive el poeta es la esencia del amor.
  • Su poesía burlesca está formada por tres composiciones, donde crítica a una prima suya, a una mujer borracha y a su madrastra (siguiendo la tradición de las cantigas de escarnio de la lírica galaicoportuguesa). En este campo, tampoco es original ni hizo nada especialmente destacable.
  • Jorge Manrique debe toda su fama al poema didáctico-moral Coplas a la muerte de su padre, dedicado a su progenitor, maestre de la Orden de Santiago don Rodrigo de Manrique, que es puesto como modelo de caballero cristiano. Si no hubiera escrito estas Coplas, Jorge Manrique no habría pasado a la posteridad y sería tan solo uno más de los muchos poetas que practicaron la lírica cancioneril al uso de su tiempo.

Otros poetas cultivaron como él esta tendencia poética de poesía seria y grave; entre ellos, el marqués de Santillana y Juan de Mena. Pero es sin lugar a dudas Manrique el más importante. Y ello porque en sus Coplas se anuncia ya la crisis de los valores medievales y aparece en juego la nueva mentalidad renacentista.

En las Coplas a la muerte de su padre, Jorge Manrique habla de una tercera vida, la vida de la fama, que él otorga al difunto don Rodrigo. Este caballero, gracias a sus buenas acciones, a su heroísmo personal y su piedad, consigue dejar memoria de su paso por el mundo, sobreviviendo así al olvido y la muerte. Nace así un concepto más antropocéntrico del vivir humano, que ya tiene mucho que ver con el triunfo de los valores renacentistas. Manrique añade a las dos vidas características de la ideología medieval -la terrenal (el "valle de lágrimas") y la ultraterrenal (la "vida eterna" cristiana)- esta "tercera vida", la de la (buena) fama, que solo puede conseguirse siendo un dechado de perfecciones, un modelo en el hacer y en el decir para los otros.

Será otro autor del siglo XV prerrenacentista, Fernando de Rojas, en su inmortal Tragicomedia de Calixto y Melibea, quien refleje el "lado oscuro" de la "tercera vida": la "mala fama" que acompaña a Celestina. Pero Jorge Manrique es quien mejor retrata, en sus Coplas, esas ansias de trascender y dejar buen nombre del caballero cristiano, el hombre de armas y letras del (Pre-)renacimiento español: esa vida tercera, o vida de la (buena) fama, en la que el poeta puso como modelo a su propio padre.

Hay otra cuestión, además, por la que Manrique se ha convertido en un poeta recordado: y es que, en sus Coplas, se usa por primera vez la copla de pie quebrado, con esquema métrico

8a-8b-4c-8a-8b-4c

A los dos primeros versos octosílabos, sigue uno tercero -el pie quebrado- tetrasílabo que rompe el ritmo e impone un encabalgamiento. El sentido de la oración queda en suspenso, el lector espera intrigado la continuación del poema, cuyo significado se completa en los versos siguientes, cuarto y quinto, que terminan de nuevo en un segundo pie quebrado. Esta estrofa de seis versos demostró en la obra de Manrique su capacidad para imponer un ritmo solemne, grave, muy adecuado al contenido elegiaco del poema. Por haber sido la primera vez que se usaba esta estrofa en la lengua castellana y por haberla utilizado Manrique con tanta eficacia, es por lo que también se le da el nombre de copla manriqueña.

I

   Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

II

   Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

III

   Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

Jorge Manrique y la posteridad

Las Coplas de Jorge Manrique han gozado, desde su aparición, de gran popularidad en nuestras letras. Su vigencia llega hasta hoy día, como demuestra el célebre poema de Antonio Machado dedicado al autor de Paredes de Nava:

          GLOSA
   Nuestras vidas son los ríos, 
que van a dar a la mar, 
que es el morir. ¡Gran cantar! 
   Entre los poetas míos 
tiene Manrique un altar. 
   Dulce goce de vivir: 
mala ciencia del pasar, 
ciego huir a la mar. 
   Tras el pavor del morir 
está el placer de llegar. 
   ¡Gran placer! 
Mas ¿y el horror de volver? 
¡Gran pesar!

También el poeta Luis García Montero ha hecho una versión paródica de Manrique en sus Coplas a la muerte de su colega, de las que copiamos un fragmento:

       1
    Recuerda, si se te olvida,
que este mundo es poca cosa,
casi nada,
que venimos a la vida
con la sombra de una losa
no pagada.
Los días como conejos
nos llevan en ventolera
al infierno,
su curso nos hace viejos
trocando la primavera
en invierno.
    (...)
       3
    Nuestras vidas son los sobres
que nos dan por trabajar,
que es el morir;
allí van todos los pobres
para dejarse explotar
y plusvalir;
allí los grandes caudales
nos engañan con halagos
y los chicos,
que explotando son iguales
las suspensiones de pagos
y los ricos.

Bibliografía, webgrafía

  • Alonso, Santos y otros: Lengua castellana y literatura. 1º Bachillerato. Barcelona, Casals, 2016, tema 9 "El Prerrenacimiento", pp. 176-199.

Preguntas de la Wikimpace relacionadas con el tema

Trabajos de los alumnos

Siglo XV

La Celestina

Edición, revisión, corrección

  • Primera redacción (enero 2019): Sheila Anubla y Cristina Chueca.
  • Revisiones, correcciones: Letraherido.