Exponga sus conocimientos sobre Arthur Miller (1915-2005)

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Criterios de corrección

Se valorarán positivamente la correcta inserción espacial y temporal del dramaturgo, sus principales aportaciones a la renovación del teatro del siglo XX, sus temas nucleares, la enumeración de sus obras más significativas y una mínima descripción de alguna de ellas.

Se valoraría también muy positivamente, aunque no es esencial, la referencia a dramaturgos contemporáneos también renovadores del teatro como Tennessee Williams.

Arthur Miller. Su vida y su obra

Biografía

Nació en Nueva York en 1915. Hijo de inmigrantes judíos austriacos. Fue un dramaturgo y guionista estadounidense, Arthur Assen Miller escribió también ficción, ensayo y crítica.

Acabó el bachillerato y estudió periodismo en la Universidad de Michigan, donde ganó el primer premio de su vida, el Avery Hopwood, gracias a su trabajo Honor at Dawn, Honor al alba. Se graduó en 1938, volvió a Nueva York y se ganó la vida escribiendo guiones radiofónicos.

En la década de 1950 fue víctima de la caza de brujas. Acusado de simpatías comunistas por Elia Kazan, rehusó revelar los nombres de los componentes de un círculo literario sospechoso de tener vínculos con el Partido Comunista ante la Comisión de Actividades Antiamericanas en 1956, acogiéndose a la protección constitucional.

Arthur Miller

Tayectoria literaria

El elemento fundamental de toda su obra es la crítica de los valores conservadores americanos. Su consagración definitiva se produce en 1949, con Muerte de un viajante, en la que denuncia el carácter ilusorio del sueño americano y con la que gana el Pulitzer, tres Premios Tony y de nuevo el de la Crítica de Nueva York.

A los 28 años estrenó su primera obra en Broadway, la comedia Un hombre con mucha suerte.

En 1947 estrena All My Sons, Todos eran mis hijos, obra de denuncia del armamentismo americano, por la que recibió en 1948 el Premio de la Crítica de Nueva York.

La atmósfera que vivió durante la caza de brujas la plasmó en Las brujas de Salem(The crucible, 1953). 1953). En esta obra se sirve de un acontecimiento real del siglo XVII para atacar la caza de comunistas dirigida por el senador McCarthy y de la que el mismo Miller fue víctima.

También en la década de 1950 publicó Recuerdo de dos lunes (1955) y Panorama desde el puente(1955), llevada con éxito al cine y al teatro y con la que obtuvo su segundo premio Pulitzer. El 29 de junio de 1956 se casó con Marilyn Monroe, matrimonio que duraría cuatro años y medio.

En 1961 escribe el guion de The Misfits (Vidas rebeldesLos inadaptados, en Argentina), escrito para su mujer, Marilyn, y llevada al cine por John Huston. Esta sería la última película de la Monroe y de Clark Gable, fallecidos ambos poco después del rodaje.

En 1964, Miller reflejó los atormentados años de relación con su segunda esposa, Marilyn, en la controvertida Después de la caída, con el carácter autodestructivo de la protagonista, Maggie (trasunto evidentemente de la célebre actriz).

Otras obras suyas son Incidente en Vichy (1964), El precio (1968), su último éxito de crítica y público, y La creación del mundo (1972).

La década de 1970 fue el comienzo de una etapa de oscuridad, en la que fue etiquetado de anticuado, moralista o sermoneador. No saldrá de su relativo ostracismo hasta 1994, con el éxito de Cristales rotos. En 1976 escribe y publica En el punto de mira, novela que en palabras del mismo Miller, fue escrita con cierta urgencia, dada la atmósfera antisemita, resurgida en esos momentos. El protagonista de esta novela es el señor Newman, a quien la vida le cambia a partir del día que compra un par de gafas para mejorar su visibilidad, gafas que le dan el aspecto de un judío cincuentón. Newman vivirá en carne propia el fruto podrido del odio racial, practicado por una sociedad aparentemente civilizada, políticamente correcta, pero con un trasfondo cruel e hipócrita.

Miller es conocido por su intenso activismo político y social. Arremetió contra la deshumanización de la vida estadounidense; se aproximó al marxismo, criticándolo más tarde; se opuso activamente a la caza de brujas de McCarthy y denunció la intervención de Estados Unidos en CoreaVietnam. Fue delegado en la convención demócrata de 1968, pero terminó en una posición escéptica respecto de la política. Como escritor, obtuvo su mayor éxito con la publicación en 1987 de su autobiografía A vueltas con el tiempo.

En 1998 escribió Las conexiones del señor Peter y en 2000 vuelve a estrenar en Broadway su obra El descenso del monte Morgan, escrita en 1991 y para la que tardó diez años en encontrar una producción adecuada. Buena parte de sus libros están accesibles en español.

Muerte de un viajante, obra escrita por Arthur Miller en 1949

Muerte de un viajante

Muerte de un viajante fue un éxito inmediato desde su estreno y hoy se ha convertido en un clásico del teatro norteamericano y occidental del siglo XX. La pieza ha pasado a ser un símbolo de la inutilidad del sacrificio y de la tragedia del hombre corriente en una sociedad que lo aniquila. Fue la primera obra en cuestionar el sueño americano. En cierta forma, Miller es el anti-Whitman, el hombre que demuestra que el sueño se puede convertir en pesadilla y que también hay razones para el pesimismo.

El protagonista de la obra es Willy Loman, un vendedor neoyorquino de sesenta y tres años que vive de falsas esperanzas y de las míseras comisiones que consigue tras recorrer un montón de kilómetros. Willy es el arquetipo de la inseguridad, de lo pasado de moda, de la capacidad de autoengaño y, a través de las constantes disputas en familia, de cómo los defectos pasan de una generación a la siguiente.

La obra se narra desde el punto de vista de Willy, con varios saltos atrás (flashbacks) en escena, de manera que personajes del pasado aparecen en acción y la obra adquiere una dimensión de sueño donde el pasado explica el presente. La muerte de Willy en una noche asesina es el símbolo de un sistema económico que elimina a quienes no rinden lo suficiente, sin atender a su historia anterior de esfuerzo y cumplimiento. Los hijos treintañeros de Willy son altos y atléticos, bien parecidos, según el canon de belleza norteamericano, pero eso no impide que sus vidas sean fracasos, que traten a su padre con poco respeto, que no puedan ayudarle, pues su personal situación económica es también muy precaria.

El teatro norteamericano del siglo XX

A comienzos del siglo XX, el teatro norteamericano está todavía anclado en unos presupuestos estéticos ya caducos en comparación con la escena europea. El melodrama era el género imperante. El nuevo teatro se consolidó en la segunda década del siglo, pero mucho antes había comenzado la labor del profesor George P. Baker y su mítico 47 Workshop (1905) en las universidades de Harvard y Yale, que llegaría a ser el laboratorio dramático decisivo para los nuevos tiempos.

Precisamente uno de los alumnos de Baker, Eugene O'Neill, se convertirá por derecho propio en el primer clásico de la escena norteamericana, ganador de cuatro Pulitzer y del Nobel de Literatura en 1936. En sus primeras obras, El largo viaje a casa y Más allá del horizonte, O'Neill se aleja progresivamente del naturalismo y dota a sus dramas de un matiz expresionista idóneo para reflejar la alienación del individuo y la ruptura entre éste y el tejido social en el que se incardina. Para ello, también se vale de una mayor profundidad y credibilidad psicológica a la hora de construir los personajes.

A partir del crack del 29, el teatro es el lugar más propicio para manifestar la conciencia socialista en consonancia con el espíritu del New Deal de Roosevelt. Para grupos como The New Playwrights Theater y The Theater Union, el teatro era un arma que había que usar en la lucha de clases. Las obras más representativas de esta tendencia izquierdista son Esperando a Lefty, de Clifford Odets, y La casa de Connelly, de Paul Green.

Sin embargo, no todo fue reivindicación social; también hubo lugar para el optimismo de la mano de Thornton Wilder con su obra más emblemática, Nuestra ciudad, y de William Saroyan, con El mejor tiempo de nuestra vida. Los dos autores fueron válvulas de escape del ambiente bélico que se vivía.

El final de la IIª Guerra Mundial marca el comienzo de la carrera de dos grandes dramaturgos: Tennessee Williams (1911-1983) y Arthur Miller (1915-2005). Según Leopoldo Mateo, la crítica literaria se ha empecinado en fomentar una dualidad maniquea entre ambos:

  • Williams encarnaría la sensibilidad, lo irracional, el espíritu goticista y romántico del sur, la feminidad, la ambigüedad sexual y el pasado irredimible;
  • Miller, por su parte, vendría a simbolizar el intelecto, la conciencia social, la prosa de la vida, el mundo masculino, en resumen, la cara visible y presente del mito y de la historia.

Esta visión simplista no tiene en cuenta las similitudes en sus respectivas trayectorias dramáticas. Los dos crecieron en la «depresión» y padecieron el colapso de las fortunas familiares; ambos establecieron contacto con el teatro progresista anterior a la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, escribieron sobre el fracaso en la tierra del éxito y del sueño americano, aunque con distintos matices y grados.

Bibliografía, webgrafía

  • CALERO HERAS, José: Literatura universal. Bachillerato. Barcelona, Octaedro, 2009, tema 12, "El teatro", pp. 220 a 232.
  • Arthur Miller-2, PPoint de Victoria Felipe. 2º Bachillerato A. Curso 2011-2012.

Edición, revisión, corrección

  • Primera redacción (marzo 2015):
  • Revisiones, correcciones: Letraherido.